Liturgia Viva del Viernes de la 31ª semana del Tiempo Ordinario

SEAMOS BUENOS ADMINISTRADORES Introducción Pablo pide excusas por interferirse en los asuntos de la Iglesia de Roma, ya que él no la fundó. Pero va a contar con los romanos para sus viajes misioneros por el Oeste. Tiene dos razones básicas para tratar con ellos: la colegialidad -porque él mismo es apóstol como los otros Doce- y el ministerio sacerdotal como evangelizador, por el que lleva y anuncia a todos la Buena Nueva de salvación. Oración Colecta Señor Dios nuestro: Tú nos has hecho responsables contigo de muchas personas y cosas: de nosotros mismos, de otras personas, del futuro de este nuestro mundo. Te pedimos la gracia de ser buenos administradores de todo lo que nos has confiado. Ayúdanos a usar sabia y rectamente nuestros talentos al servicio de todo lo justo y bueno, inspirados siempre por la fe y viviendo en el amor de Jesucristo nuestro Señor. Intenciones - Por la Iglesia, para que sea una Iglesia servidora y una Iglesia de los pobres, que dé claro testimonio de la gratuidad del amor de Dios, como una parábola viva de cómo participar y cómo compartir, roguemos al Señor. - Por los que tienen posiciones de responsabilidad en la política, en las finanzas y en la economía, para que la honestidad, la justicia y la sincera preocupación por el bien común de todos guíe sus proyectos, decisiones y acciones, roguemos al Señor. - Por los que viven gracias al trabajo de sus manos en trabajos menos apreciados por la sociedad, para que la gente respete y reconozca su dignidad y el gran servicio que prestan a todos, roguemos al Señor. Oración sobre las Ofrendas Señor Dios nuestro: Con estos dones de pan y vino traemos también ante ti nuestros esfuerzo y preocupaciones, junto con las aspiraciones y sufrimientos de nuestros hermanos los hombres, sean cercanos o lejanos. Queremos confiarte siempre todo aquello de lo que nos has hecho responsables, no para rechazar nuestra tarea, sino para pedirte que nos des paciencia y fuerza para, con tu ayuda, llevar todo a buen término. Te lo pedimos en nombre de Jesucristo nuestro Señor. Oración después de la Comunión Señor Dios nuestro: No somos más que débiles y tímidos, y sin embargo sabemos que tú esperas mucho de nosotros. Abre nuestros corazones al Espíritu valiente y audaz de Jesús, tu Hijo, para que en nosotros y por medio de nosotros él lleve a buen término todo lo que has comenzado en nosotros. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Bendición Hermanos: Dios nos ha confiado mucho, como para estar permanentemente agradecidos: nos ha dado nuestros talentos y cualidades, nuestros familiares y amigos, tantas otras personas buenas a nuestro lado, las riquezas de la naturaleza… Preocupémonos y cuidémonos de todo lo que se nos ha encomendado. Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.