Comentario al Evangelio del

CR

Queridos amigos:

Me lo contaba un religioso que trabajó durante algún tiempo en la Santa Sede. Cierto clérigo joven solicitaba su mediación para poder entrar en un organismo pontificio que se acababa de fundar. El religioso no hizo ninguna gestión en el sentido que solicitaba el candidato. Este, al ver frustrada su demanda, le dijo: «Algún día se arrepentirá Vd. de haber puesto obstáculos en mi camino de servicio a la Iglesia». El religioso no había puesto estorbos ni intervenido a favor; simplemente se inhibió, pero la reacción ofendida del interesado parecía delatar más bien una ambición bastante dudosa.

Los seguidores de Jesús tenemos que discernir si en la Iglesia y sus distintos ámbitos tratamos de hacer “carrera”. El “carrierismo”, el interés por ocupar y escalar puestos, se puede infiltrar en nosotros y disfrazarse de generoso propósito de servir al Señor. Jesús, después de lavar los pies a los discípulos, les deja claro cuál ha de ser su actitud. Cada uno servirá con los dones que ha recibido y buscará el lugar en que mejor pueda realizar su misión. Será una bendición que encuentre su puesto, en uno u otro rango. Pero conviene que permanezca vigilante para no engañarse ni engañar a otros. Hay que llamar a las cosas por su nombre, que a veces puede resultar algo antipático.