Comentario al Evangelio del

Bonifacio Fernández, cmf

Queridos hermanos;

La buena noticia de hoy consta de dos partes desiguales. La primera repite palabras del texto de ayer: Id y proclamad… La segunda parte recoge instrucciones concretas para el desarrollo de la misión en el medio ambiente palestino.

Al describir la misión de los doce  el texto lo hace resaltando la continuidad con la misión mesiánica de Jesús. Los enviados son privilegiados. Han recibido gratis una misión que cambia su vida, que la ocupa y la preocupa, que la organiza y la llena. Los apóstoles  prosiguen la misión de Jesús  proclamando la gran buena noticia de la llegada del reino de Dios.

Las instrucciones concretas resaltan la sencillez, la pobreza, la dedicación plena a la causa del reino. En su materialidad, las indicaciones que escuchamos en el evangelio de hoy  pertenecen al  tiempo de la comunidad palestina. Escucharlas hoy no implica imitarlas sino actualizarlas a las condiciones sociales y culturales de hoy.

Me parece importante resaltar que la misión original es la misión  sobre la base familiar. La  nueva fe y el nuevo estilo de vida  se trasmiten de familia en familia, de hogar en hogar. Escuchar hoy  estas instrucciones de misión es recuperar y valorar el ámbito familiar como espacio de vivencia y configuración de la fe. Y hacerlo con gratitud. Gracias al  ejemplo, a la catequesis y la persuasión de muchos padres y abuelos, la familia sigue siendo un lugar de fe. Un espacio sagrado en lo secular.

Bonifacio Fernández, cmf