Comentario al Evangelio del

Fernando Prado, cmf

Queridos amigos,

El hombre es capaz de romper las alianzas que establece. Sin embargo, el Señor no es así. El no deja de ser fiel a sí mismo y mantiene su promesa. A pesar de que los hombres fallamos, le demos la espalda y nos construyamos “becerros de oro” e ídolos que le sustituyan, él se mantiene en su promesa. Moisés se lo hace recordar y vemos en la primera lectura de hoy que convence al Señor con su palabra para que recuerde la promesa.

El pueblo de Israel, los judíos, habían aceptado hacer un pacto con Yahvé: “Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios”. Podríamos parafrasearlo así: “Yo seré vuestro Dios y estaré con vosotros siempre, pero vosotros tendréis que escuchar mis palabras y andar por los caminos que yo os señale. Si cumplís la alianza todo os irá bien”. Es la promesa de este Dios que es fiel y cumple siempre su alianza, a pesar de que el pueblo no siempre corresponde.

Dios ha hablado por los profetas y ha indicado el camino al pueblo, aunque no siempre fueron escuchados. Del mismo modo, ha hablado en esta etapa final de la historia por medio del Hijo, de Jesús y, como sucedió con moisés y los profetas, muchos no escucharon ni escuchan su voz.

Dios no nos habla para que cumplamos su voluntad y así él se pueda sentir bien. Él nos indica su voluntad para que vivamos felices. Es difícil a veces, encontrar cuál es su voluntad y llegar a vivir una auténtica “comunión de voluntades”, por la cual mi voluntad acaba por convertirse en la suya y la suya acabo por convertirla en la mía. Sin embargo, ahí está el desafío: ir caminando, buscando vivir en alianza, buscando la voluntad del Señor y encontrar en ella la felicidad que necesitamos. El discernimiento nos ayuda a buscar los mejores caminos.

Queridos amigos, pidamos hoy la gracia de hacer que la voluntad de Dios sea la que deseamos para nuestra vida y que nuestra vida sea hacer la voluntad del padre.

Que el Señor os bendiga y os acompañe a lo largo de toda la jornada.
Vuestro hermano,
Fernando Prado, cmf.