Comentario al Evangelio del

Fernando Prado, cmf

Los viñadores homicidas, como los hermanos de José, quieren eliminar a aquel que les supone un obstáculo en sus pretensiones. José y  el Hijo del dueño de la viña, son personajes incómodos a los que hay que eliminar. Se trata de matar al mensajero. Es la mejor forma de no recibir el mensaje o de hacer que el mensaje no resulte hiriente para los que no quieren escuchar porque no quieren cambiar o verse desplazados.

Jesús trae un mensaje que no podían aceptar los que se consideraban, de alguna manera, “herederos de la viña”, porque llevaban tiempo trabajando en ella. Se habían apropiado de ella. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Estos viñadores homicidas, sacerdotes, fariseos, al igual que los hermanos de José de la primera lectura pueden ser imagen de nosotros mismos. A veces también nosotros rechazamos al mensajero y nos resistimos a esos “sueños” de Dios que no encajan con nuestras expectativas sobre la viña. No olvidemos nunca que la viña es de Dios, no nuestra.

Vuestro hermano y amigo,
Fernando Prado, CMF