Comentario al Evangelio del
A la paz de Dios:
Como una piedra que forma círculos en el río. En el centro Jesús: la gente va llegando, de Galilea, de Jerusalén, de la costa de Tiro y de Sidón. Son muchos. Se han enterado de las cosas que hace y no quieren que se lo cuenten otros. Quieren ver.
Y acuden a él cada uno con su carga. De dolor, de desesperación, de angustia. Desean tocar para quedar sanos. Quieren tocar.
Ver y tocar. Así quieren llegar a Jesús.
Pero Jesús prefiere poner una cierta distancia. Primero se retira con los más cercanos a la orilla del lago. Luego quiere que le tengan preparada una barca.
Hay momentos de contacto y momentos de retiro. Para poner distancia, para poner calma. No quiere dejarse llevar por el triunfalismo ni por el fanatismo.
Por no querer no quiere ni que revelen quién es: que cada uno lo descubra, a su modo. A veces con el contacto, otras con el retiro. Para cada uno Dios guarda un camino. ¿Eres de ver y tocar? ¿Eres de retiro y calma?
Vuestro hermano y amigo
Óscar Romano, cmf.