Comentario al Evangelio del
A la paz de Dios:
Cito a Severiano Blanco, aquí mismo (http://www.ciudadredonda.org/articulo/el-hijo-del-hombre-es-seor-tambien-del-sabado): “Por lo que se refiere al sábado, «el decreto del Éxodo (34,21) buscaba al mismo tiempo el respeto a Dios y el descanso del hombre, no una nueva forma de esclavitud. Era el día de la asamblea comunitaria, apto para consultar a los profetas, para reunir amistosamente a todos los miembros de la familia, para ofrecer a Dios sacrificios especiales, para recordar la alianza que Dios ha hecho con el hombre (Is 56,4-6).Pero toda esta zona de gozo, descanso, amistad y servicio, se había sumergido, por obra y gracia de los fariseos, en un complejo tal de preceptos que la alegría había quedado aprisionada entre tan espesa red. Existían dos libros enteros (Shabbath y Erubin) dedicados a recopilar todas las prescripciones referentes al sábado, con nada menos que 39 grupos de actos prohibidos en ese día». La originalidad profética de Jesús, su apuesta por Dios y por el hombre, no le permite contemplar con indiferencia la gran aberración de dar culto a los instrumentos de culto, el engaño de quienes creen haber alcanzado a Dios porque han vislumbrado una zona de su morada.
El Hijo del Hombre es también Señor del Sábado… Cuando el sabio señala la luna, el ignorante se queda mirando el dedo. Buena ocasión para revisar en este día dónde ponemos nuestra mirada. Si en Dios o si en las mediaciones. Pararnos para distinguir las voces de los ecos. Dios de lo que no es Dios.
Vuestro hermano y amigo
Óscar Romano, cmf.