Comentario al Evangelio del
Queridos amigos, paz y bien.
El contexto del Evangelio de hoy es el de una controversia de Jesús contra los jefes judíos. Como siempre, los líderes que no pueden negar la evidencia, le acusan de violar el sábado. Hay gente así, que critican la intención, cuando no pueden criticar la obra.
Jesús responde, poniendo a cada uno en su sitio. Incluso a Juan. Para que todo esté claro. Juan es la lámpara. Los que vivimos en ciudades muy al norte, donde amanece muy tarde, y anochece muy pronto, agradecemos la luz. Puede que sea una luz pequeña, pero es mejor que la oscuridad.
Ahí entramos nosotros. Como nuevos “Bautistas”, tenemos que ser luz en el camino para los demás. Para eso, a lo mejor algo tiene que cambiar en lo que hacemos, vivimos y decimos. No es fácil ser testimonio de apertura. Cuesta cambiar los viejos clichés. Ver en lo profundo, y no quedarse en la superficie.
El profeta Isaías recuerda que todos se reunirán en la casa del Señor. Para ello, invita a todos a obrar bien. A extranjeros y propios, porque el Señor reúne a los pueblos. Y de cómo brille nuestra luz, dependerá cuánta gente reciba la luz y, quién sabe, la conversión de alguna oveja descarriada. Nunca sabes quién puede leer lo que publicas en internet, y tampoco sabes a quién puedes ayudar con tu ejemplo. Por eso, merece la pena esforzarse. Sabiendo que es Cristo el que salva, pero que necesita nuestra ayuda cada día. ¿Te apuntas?
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F.