Comentario al Evangelio del

Pedro Barranco

Queridos amigos y amigas:

Es relativamente fácil juzgar de lo que está bien y mal hacer cuando el caso que valoramos es ajeno a nosotros. En ese caso , solemos aplicar con rigidez los principios morales, no tenemos dudas y la solución final está de acuerdo con las mejores tradiciones de exigencia y radicalidad. Terminamos muchas diciendo algo así como “Hay cosas que no se pueden consentir”.

Pero otro gallo canta cuando el caso que valoramos nos afecta personalmente. En ese caso nos asaltan las dudas con más facilidad, no tenemos tan claros los principios morales y nos cuesta dar una respuesta final que esté en consonancia las tradiciones. Tendemos a pensar que hay que ser más flexibles y que “con tal de que no se sepa...”.

Así les pasaba a los fariseos. Critican duramente a Jesús cuando cura al enfermo. Pero se callan cuando Jesús se vuelve a ellos con rabia y les pregunta si no harían lo posible por salvar de la muerte al burro o al buey.

Conclusión: Jesús siempre se inclina por el lado de la misericordia, de la salvación del débil. Los principios y normas morales son secundarios para él frente al sufrimiento de la persona, de cualquier persona. Diría que para el cristiano es mejor equivocarse por pasarse de misericordioso y compasivo que por quedarse corto. Esa, al menos, es la opción que toma Jesús y la que, digo yo, deberíamos tomar nosotros.

Un abrazo en el Señor resucitado.

Pedro Barranco