Celebrada la fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo, algún descreído podría interpretar con la devoción al corazón de Jesús que en el cristianismo abundan y redundan fetiches religiosos.
Autor
Yamid Castiblanco, S.J. por Hozana
Haz mi corazón semejante al tuyo
Celebrada la fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo, algún descreído podría interpretar con la devoción al corazón de Jesús que en el cristianismo abundan y redundan fetiches religiosos.
Santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires
Entonces dijo Jesús: «Joven, yo te lo mando: levántate.»
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