En los Centros Penitenciarios el silencio impera cuando se ve o se escucha que a alguien se le ha apuñalado o atacado.
Autor
Salvador León Belén cmf
La tierra buena que ha dado fruto
Todavía queda un gran grupo de hombres y mujeres empeñados en ser buenos, en hacer más habitable esta tierra, siendo ya ellos un trocito de cielo.
El calvario de las infidelidades.
A muchas personas se les ha endurecido tanto el corazón que casi han perdido la sensibilidad para obrar el bien y no tienen fuerzas para emprender un camino de vuelta a la verdadera libertad, al amor primero.
El calvario de las aguas: A merced de las inundaciones.
De nuevo las personas se quedan sin defensa, a la intemperie, sólo con lo puesto y con la tristeza de tener que emigrar a otra zona.
El calvario de las ‘maras’:Pandillas callejeras y juramentos de sangre.
Adolescentes y jóvenes que a través de la violencia, el robo, el secuestro,…implantan la ley del miedo, de la inseguridad y del temor en la población.
El calvario de la corrupción: ¡No es fácil publicar la verdad en este país!
La plaga de la corrupción crece imparablemente y llega incluso a formar parte de la cultura y hasta del cotidiano vivir del pueblo.
La tierra buena de la amistad (I)
Mis manos no han estado solas, han encontrado calor y abrigo, fortaleza y cariño. Se han sentido acompañadas, ayudadas, guiadas por otras manos.
La tierra buena de los jóvenes.
Preocupados por el clima de violencia que se respira en la sociedad, no se cruzan de brazos; se manifiestan, protestan, asumen los retos de edificar una sociedad mejor.
La tierra buena de las campañas infantiles.
Se pretende que los niños aprendan a creer y crecer con valores y los puedan vivir conforme a sus edades y posibilidades.
La tierra buena de los que denuncian y rehabilitan.
En los Centros Penitenciarios el silencio impera cuando se ve o se escucha que a alguien se le ha apuñalado o atacado.
La tierra buena que ha dado fruto
Todavía queda un gran grupo de hombres y mujeres empeñados en ser buenos, en hacer más habitable esta tierra, siendo ya ellos un trocito de cielo.