Autor

Nicolás Caballero, cmf

Háblale a Dios, conversa con Él

Háblale a Dios, conversa con Él

A veces, el orante necesita ‘hablar’, dialogar, desahogarse. Dejar que el corazón se le derrame ante Dios (Lm 2,19; Sal 60,9; 1S 1,15; Éx 33,11). Háblele con franqueza, con sencillez, sin artificio; o rece algo que le guste; o recite un salmo; o exprese los afectos que surjan de su corazón.

El orante se expresa (II)

El orante se expresa (II)

Ignacio de Loyola aconseja crear ‘gestos’; en el fondo, ‘modelos mentales y emocionales, al mismo tiempo que corporales’, en los que trata de enseñar a verter la propia relación de amor…

Sin violencia en la presencia de Dios

Sin violencia en la presencia de Dios

El principio que rige el proceso oracional es que ‘todo sea sin violencia’. Todo ha de estar a la altura del corazón, donde la relación de amor se humaniza y donde la persona está contenida.

Orar en toda circunstancia

Orar en toda circunstancia

Muchos se sienten mal y se agobian porque queriendo orar, quieren orar a su modo. Quieren conducir el proceso de su oración personal, lo que es impensable, quieren sentirse de un modo determinado creyendo que la oración requiere estar feliz, alegre, centrado.

Mi experiencia sacerdotal

Mi experiencia sacerdotal

Espero que mi sacerdocio le guste a Dios porque espero-creo- que me lo ha dado todo Él.

Por un momento, no tengas miedo…

Por un momento, no tengas miedo…

Tenemos prisa, más ante Dios. Como no vemos nada … Es fácil pretender dar­le a Dios nuestros modales humanos y creer que lo entendemos.

¡Estar consigo mismo!

¡Estar consigo mismo!

Una forma de espacio, aunque elemental, puede ser la llamada relajación, hoy tan trivializada. Asumida desde la fe, es descanso, y un relativo espacio abierto al amor de Dios; un espacio en la propia corporalidad

Háblale a Dios, conversa con Él

Háblale a Dios, conversa con Él

A veces, el orante necesita ‘hablar’, dialogar, desahogarse. Dejar que el corazón se le derrame ante Dios (Lm 2,19; Sal 60,9; 1S 1,15; Éx 33,11). Háblele con franqueza, con sencillez, sin artificio; o rece algo que le guste; o recite un salmo; o exprese los afectos que surjan de su corazón.

El orante se expresa (II)

El orante se expresa (II)

Ignacio de Loyola aconseja crear ‘gestos’; en el fondo, ‘modelos mentales y emocionales, al mismo tiempo que corporales’, en los que trata de enseñar a verter la propia relación de amor…

Sin violencia en la presencia de Dios

Sin violencia en la presencia de Dios

El principio que rige el proceso oracional es que ‘todo sea sin violencia’. Todo ha de estar a la altura del corazón, donde la relación de amor se humaniza y donde la persona está contenida.

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