Cuando nos miramos y seguimos profundizando aprendemos a leer en el corazón como en un evangelio escrito.
 
                                                             
                                                            Cuando nos miramos y seguimos profundizando aprendemos a leer en el corazón como en un evangelio escrito.
Cuando nos miramos y seguimos profundizando aprendemos a leer en el corazón como en un evangelio escrito.