Mil y una vidas se resquebrajan cada día con microfisuras que no parecen poder pegarse ni con Super-Glue. Y así, la ilusión que otrora fue motor del ánimo, parece quedarse atascada, inválida, desvencijada… como sin pilas.
Autor
Javier Castañeda en La Vanguardia, 11 Mayo 2010
Ilusionarte
Mil y una vidas se resquebrajan cada día con microfisuras que no parecen poder pegarse ni con Super-Glue. Y así, la ilusión que otrora fue motor del ánimo, parece quedarse atascada, inválida, desvencijada… como sin pilas.
XXIII Domingo del Tiempo Ordinario
Lc 14,25-33. El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
¡No hay eventos!