Autor

Gonzalo Fernandez Sanz

¿Por qué consumimos tanto?

¿Por qué consumimos tanto?

Enero y agosto son meses de rebajas. En cuanto los grandes almacenes abren sus puertas, una riada humana invade todos los departamentos. Se tata de comprar. Pero, ¿qué? No importa. Basta darse una vuelta. Al final, pocos salen con las manos vacías. Por el

2.  No usarás palabras en vano

2. No usarás palabras en vano

¿y si muchos, a través de nuestras palabras, percibiesen sólo el silencio de Dios, su lejanía? ¿Y si estuviéramos provocando la reacción contraria a la que sinceramente buscamos?

1. Amarás a Dios sin que se note demasiado

1. Amarás a Dios sin que se note demasiado

Se trata de eso, de creer que Dios es un tesoro de tal calibre que uno puede vender todas sus posesiones para adquirirlo, incluso el carné de pertenencia a «su» partido.

¿Para qué sirven un cura?

¿Para qué sirven un cura?

Hace treinta años Hans Küng publicó un libro que llevaba por título una pregunta semejante: ‘Sacerdotes, ¿para qué?’. El libro dio que hablar. A muchos no les gusta nada colocar en primer plano el para qué. Prefieren siempre encarar los asuntos por la ese

El comienzo del día

El comienzo del día

Levantarse de la cama, salir del sueño y comenzar el día se puede convertir para el cristiano en ocasión para recrearse en el don de la creación, reencontrarse con sus hermanos y experimentar de nuevo el gozo del Bautismo.

¿Por qué consumimos tanto?

¿Por qué consumimos tanto?

Enero y agosto son meses de rebajas. En cuanto los grandes almacenes abren sus puertas, una riada humana invade todos los departamentos. Se tata de comprar. Pero, ¿qué? No importa. Basta darse una vuelta. Al final, pocos salen con las manos vacías. Por el

2.  No usarás palabras en vano

2. No usarás palabras en vano

¿y si muchos, a través de nuestras palabras, percibiesen sólo el silencio de Dios, su lejanía? ¿Y si estuviéramos provocando la reacción contraria a la que sinceramente buscamos?

1. Amarás a Dios sin que se note demasiado

1. Amarás a Dios sin que se note demasiado

Se trata de eso, de creer que Dios es un tesoro de tal calibre que uno puede vender todas sus posesiones para adquirirlo, incluso el carné de pertenencia a «su» partido.

¿Para qué sirven un cura?

¿Para qué sirven un cura?

Hace treinta años Hans Küng publicó un libro que llevaba por título una pregunta semejante: ‘Sacerdotes, ¿para qué?’. El libro dio que hablar. A muchos no les gusta nada colocar en primer plano el para qué. Prefieren siempre encarar los asuntos por la ese

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