El creyente experimenta una profunda satisfacción siguiendo la llamada interior de darse a los otros sin esperar nada.

El creyente experimenta una profunda satisfacción siguiendo la llamada interior de darse a los otros sin esperar nada.
Durante años dejé que la palabra pecado me resbalara, sin comprometer a mi conciencia o a mi percepción.
La escena de la oración en el huerto, fue reconfortante para mí; trataba de ser su compañía en ese momento.
La Cuaresma debería conducirte a un punto de intensidad espiritual tal que el Triduo de la Semana Santa toque el misterio de tu propia existencia.
¿Cómo puedo celebrar con plena alegría la resurrección cuando he evitado participar en su muerte?
Ayúdanos a aceptar los sufrimientos y los conflictos que vienen a nosotros cada día como oportunidades para crecer y parecernos más a ti.
“Que se haga tu voluntad”, en su plena extensión, debe ser la guía de la vida cristiana.
Pensamos en la confesión como un acto que debería hacerse en secreto, la realidad es que todo ser humano está roto y es vulnerable.
Siempre recuerda retirarte a menudo a la soledad de tu corazón incluso cuando estés envuelto en debates y actos sociales.
Esta Cuaresma, por al menos un día, intenta ayunar de las cosas rápidas, de la precipitación que vacía tanto que te acaba.
El creyente experimenta una profunda satisfacción siguiendo la llamada interior de darse a los otros sin esperar nada.