Quizás el mayor reto psicológico y espiritual que tenemos cuando alcanzamos la mitad de la vida es el de hacer duelo por nuestras muertes y pérdidas.

Quizás el mayor reto psicológico y espiritual que tenemos cuando alcanzamos la mitad de la vida es el de hacer duelo por nuestras muertes y pérdidas.
Abandónate completamente en las manos de Dios con la esperanza de que el hará de ti lo que Él quiere que tú seas.
Porque dando es como se recibe, olvidándose de sí mismo es como uno se encuentra, perdonando es como se obtiene perdón, y muriendo es como se resucita para la vida eterna.
Esta cuaresma se nos invita a rebajar nuestras normas, que originalmente quiere decir bajar nuestros brazos.
Nuestro miedo al sufrimiento es tan fuerte que no sólo buscamos protegernos de él, sino que a veces rehuimos a otros que sufren.
El verdadero arrepentimiento es acercarse a Dios con amor y afrontar como es debido lo que has hecho.
Todo puede bendecirnos, pero tenemos que estar allí para que la bendición se produzca.
Deseo sufrir por amor e incluso alegrarme a través del amor; y así esparciré flores delante de tu trono.
Quizás el mayor reto psicológico y espiritual que tenemos cuando alcanzamos la mitad de la vida es el de hacer duelo por nuestras muertes y pérdidas.
Abandónate completamente en las manos de Dios con la esperanza de que el hará de ti lo que Él quiere que tú seas.
Porque dando es como se recibe, olvidándose de sí mismo es como uno se encuentra, perdonando es como se obtiene perdón, y muriendo es como se resucita para la vida eterna.