Eugenio Ionesco en una de sus obras cuenta una historia significativa. Dos personas, que no se conocen una a otra, están sentadas en la misma habitación. La conversación va revelando una serie de coincidencias sorprendentes. Viven en el mismo edificio de pisos y apartamentos, en el mismo número… y en la misma letra. Al final resulta que son marido y mujer y que no se conocen el uno al otro.
