VIVIR CON DIOS: VIVIR EN LA IGLESIA.

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No hay mejor modo de comprender a la criatura que comprendiendo al Creador. Conociendo al Autor, los matices y triquiñuelas de la obra se nos aclaran. Pues eso es lo que vamos a hacer; sumergirnos en el misterio eclesial a partir del Padre de la criatura.
Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. Atendiendo a Dios Padre la Iglesia es pueblo. Porque no hay pastor sin grey ni paternidad sin hijos. Atendiendo al Hijo la Iglesia es cuerpo. Porque aunque Él sea la Cabeza, no hay cuerpo completo sin los demás miembros. Y atendiendo al Espíritu la Iglesia es templo. Porque todo lo que toca el Espíritu lo convierte en templo. No se construye un templo para dejarlo vacío. En cualquier caso no hablo de cemento ni de ladrillos sino de las piedras vivas que somos los creyentes. De la dureza de nuestras piedras depende y pende la fortaleza eclesial.

Pueblo, cuerpo y templo. Todo nos está hablando de conjunto, de comunión, de construcción. Todo habla de comunidad.

A. Del hombre para-sí al hombre para-los-demás:

Esta es la guerra de la Iglesia; liberar al hombre de la esclavitud del yoísmo para ofertarle la dicha de una existencia en favor de los demás. Y esta guerra que por cierto fue muy bien descrita en la vida y milagros del Maestro, está inscrita en nuestra personalidad. La condición de posibilidad de la realización personal estriba en la apertura al tú. En otras palabras; todo asesinato es un suicidio.

Pasar del hombre-para-sí al hombre-pára-los-demás sólo se logra poniendo en alza el valor de la fraternidad. Ésta es la guerra que concierne a la espiritualidad eclesial.

B. Del hombre solitario al hombre solidario:

"No hay más que una enfermedad que se llama soledad". La conclusión de un análisis certero sobre la condición humana es la existencia de un desagradable inquilino en nuestra intimidad; la soledad. Y no una soledad cualquiera, sino última, radical, la proveniente de nuestra unicidad (no tenemos dobles, somos originales e irrepetibles) y de nuestra limitación (estamos inacabados, por hacer).

Siendo correcta esta observación, no agota esta característica lo más hondo de nuestra personalidad. La certeza más cabal, en lo que a espiritualidad se refiere, es que estamos habitados. La hipótesis más alentadora, en lo que la psicología se refiere, es la necesidad del tú para el nacimiento y consolidación del yo.

Lo que ha de quedar es que siendo el hombre solitario, es también y sobre todo solidario. Efectivamente; "no hay más que una enfermedad que se llama soledad" y yo me atrevería a glosar; "no hay más que una salud que se llama solidaridad".

C. De un hombre desdiosado a un hombre endiosado:

La cuestión es sí meter o no a Dios como fuente de explicación de lo humano. Los creyentes solemos ser tachados de simplistas por argüir con un Argumento que por irrebatible desde un punto de vista estrictamente racional, todo lo resuelve, cualquier duda la atempera o acalla. Pero el Dios de los cristianos no es una varita mágica que todo lo resuelva en un tris tras. El Dios de los cristianos no responde, interroga, no soluciona, complica, no dispone sino que propone. No es un Dios problema, sino Misterio. Y problema y misterio son cosas muy distintas.

Toda esta disquisición tiene una causa; el intento de fundamentar la actuación humana. Para unos la fundamentación moral está fuera de nosotros. Para otros el fundamento de las actitudes está dentro de nosotros. Para nosotros, cristianos, ni los unos ni los otros. Es cierto que Dios no se identifica con el hombre y es cierto que Él es lo más íntimo de nosotros.

Nosotros pensamos con San Ireneo que la gloria de Dios es que el hombre viva, que no cabe decir que sí a disto y que no a la. Iglesia, que nada seríamos sin el Aliento que nos anima, "Endiosar" al hombre no es disfrazarle de aquello que no es ni para lo que ha sido llamado. "Endiosar" al hombre es definirle por el final, que no por el medio. Y ya sabemos todos que las cosas se comprenden mejor al final que en su desarrollo.

  1. Si experimentamos la felicidad cuando nos damos a los demás, ¿por qué seguimos tan aferrados al egoísmo?
  2. ¿Consideras que la soledad es la gran enfermedad del hombre contemporáneo? Justifica tu respuesta.
  3. ¿Qué habría que hacer a tu juicio para poner de moda el yalor "solidaridad"?
  4. ¿Puede, en tu opinión, vivir el hombre sin Dios? Lo de ser creyente o no es una opción que acarrea consecuencias. ¿Cuáles son las principales ?