San Agustín dijo aquella famosa frase: En cuestión de gustos no hay disputa. Así que, sin prometer que estos libros harán por ti lo que hicieron por mí, estos son los títulos que me hablaron con mayor profundidad durante este año que termina.
En el ámbito de la espiritualidad popular…
Tomáš Halík, The Afternoon of Christianity (La tarde del cristianismo: El valor de cambiar). Halik es una de las voces más importantes de la espiritualidad cristiana actual, y este libro no defrauda.
Serene Jones, Call It Grace (Llámalo gracia: Encontrar sentido en un mundo fracturado). La presidenta del Seminario Teológico de la Unión en Nueva York, Jones, nos ofrece un relato autobiográfico de su viaje por la vida y por la gracia. Una lectura que merece la pena.
Jeffrey Munroe, Reading Buechner (Leyendo a Buechner: Explorando la obra de un maestro de las memorias, novelista, teólogo y predicador). La mejor introducción que tenemos a la obra de Frederick Buechner. Quizás sea mi libro favorito del año.
Richard Rohr, The Tears of Things (Las lágrimas de las cosas: Sabiduría profética para una era de indignación). Rohr en su mejor momento. Un libro que te estirará el alma de forma saludable. Entre sus muchos desafíos, nos dice:
Los santos y místicos que lloran ante la cruz están, ante todo, llorando lágrimas universales por el mundo que sufre. En nuestra debilidad, merecemos lágrimas más que odio, arreglos rápidos o negación. El lenguaje de un profeta cambia de la ira ante el pecado a la piedad por el sufrimiento y las heridas. La ira no nos permite hacer grandes cambios; las lágrimas sí.
Robert Ellsberg (Editor), Dorothy Day, On Pilgrimage, The Seventies (En peregrinación: Los años setenta). Las cartas de Dorothy Day de la década de 1970. Simplemente, una lectura muy buena.
Jim Wallis, The False White Gospel (El falso evangelio blanco: Rechazar el nacionalismo cristiano, recuperar la verdadera fe y refundar la democracia). Jim Wallis es la Dorothy Day de nuestra generación. Este libro es un desafío contundente a tomar a Jesús más en serio y, a veces, más literalmente.
Dios es personal, pero nunca privado. Quién es mi prójimo debe extenderse más allá de quien tiene documentación oficial. Tu prójimo, tal como lo define Jesús, a menudo está fuera de tu zona de confort. Jesús dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», ¡sin excepciones! Estamos peligrosamente cerca de expandir ideologías que no consideran a los «otros» como parte de nosotros. ¡Vuelve a tu país! La idea de que las personas diferentes a ti no son tus prójimos y no tienes que amarlos, e incluso tienes permiso para odiarlos. Excluir y atacar a los que son diferentes, rechazar a los marginados y a los forasteros, te pone en desacuerdo con Jesús.
Joseph F. Kelly, The Origins of Christmas (Los orígenes de la Navidad). Kelly, un académico serio, traza (en un lenguaje muy legible) cómo debemos entender las historias de la Navidad en los Evangelios.
Robert Wicks, The Art of Kindness (El arte de la bondad). Avalé este libro en su contraportada con estas palabras: «Robert Wicks posee un vocabulario espiritual único y talentoso. Muy pocos escritores tienen su capacidad para entretejer lo especial y lo común, lo académico y la calle, y la profundidad de la visión espiritual con un robusto sentido común». Este libro despliega todo eso, completado con un saludable toque de humor. Abre el libro con esta cita: cuando una flor no florece, arreglas el ambiente en el que crece, no la flor. Ese es el paraguas bajo el cual escribe sus historias.
Un par de libros académicos…
William T. Cavanaugh, The Uses of Idolatry (Los usos de la idolatría). Una visión crítica sobre la interacción entre nuestra cultura y nuestra fe. Cavanaugh argumenta que no estamos, como sugiere Charles Taylor, desencantados frente a lo trascendente. Más bien, estamos re-encantados con otros dioses. Una lectura académica importante.
Charles Taylor, Cosmic Connections (Conexiones cósmicas: Poesía en una era de desencanto). Una advertencia: este libro es altamente académico, inmensamente denso y tiene más de seiscientas páginas, pero Taylor es uno de los filósofos prominentes de nuestra generación y en este libro (en algún lugar atestado entre todas esas páginas) hay docenas de ideas brillantes. Por ejemplo, sobre el valor de la poesía:
La filosofía no puede permitirse ignorar la visión poética. La poesía puede ser una forma de re-encantar el mundo. La poesía es la traducción de la intuición a lenguajes más sutiles. Y la poesía es emoción recordada en tranquilidad.
Entre las novelas…
Jane Urquhart, In Winter I get up at night (En invierno me levanto de noche). Tristemente, este último año no leí muchas novelas ya que estuve centrado en la no ficción. Me estoy arrepintiendo de ello, ya que la ficción ofrece percepciones que la no ficción no alcanza. Esta novela de Urquhart fue la única que destacó para mí. Ambientada en Saskatchewan (Canadá), es una historia de ritmo lento, pero presenta la prosa (siempre) brillante de Urquhart. Léela por su prosa, incluso si la historia no te atrapa de primeras.
Y un comodín…
Margaret Atwood, A Book of Lives (Un libro de vidas: Una especie de memorias). Este libro no encaja en ningún género, sino que es, como dice la frase latina, sui generis, una especie única. No es tanto una autobiografía como una simple reminiscencia de Atwood sobre su vida, desde la infancia hasta hoy. Son seiscientas páginas, pero una vez que empiezas, como una adicción, simplemente sigues pasando página tras página. Ligero, perspicaz, humorístico, profundo. Atwood es una gran escritora.
Feliz lectura, de estos libros o de otros.
