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Amados por DiosEs fácil aceptar que los pobres se merecen nuestro cuidado especial y toda nuestra atención. Es bastante de cajón y nada amenazador: compartimos todo lo que hemos recibido con aquellos que no han tenido tanta suerte.
Es fácil aceptar que los pobres se merecen nuestro cuidado especial y toda nuestra atención. Es bastante de cajón y nada amenazador: compartimos todo lo que hemos recibido con aquellos que no han tenido tanta suerte.