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Háblale a Dios, conversa con Él

A veces, el orante necesita 'hablar', dialogar, desahogarse. Dejar que el corazón se le derrame ante Dios (Lm 2,19; Sal 60,9; 1S 1,15; Éx 33,11). Háblele con franqueza, con sencillez, sin artificio; o rece algo que le guste; o recite un salmo; o exprese los afectos que surjan de su corazón.