Los efectos de la crisis

20 de septiembre de 2011
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Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.

Desde Cáritas se ha elaborado un informe sobre el trabajo realizado en el año 2010 que indica la realidad social española. La información ha sido recogida de las diversas delegaciones de Cáritas que existen en España y el panorama que se pinta no es muy alentador.

Los datos indican que en el año 2010 se ha atendido al doble de personas que durante el 2007. Un millón ochocientas mil personas han tenido que recurrir a esta institución eclesial para poder salir adelante. Al duplicarse el número de personas se ha duplicado también el dinero dedicado a la ayuda hasta llegar a los treinta millones de euros. Una cantidad ridícula comparada con el presupuesto de cualquier ministerio. Los números que aparecen son muy preocupantes y nos sitúan ante un aumento progresivo de la pobreza unido al deterioro de las personas y de la sociedad. Pero no nos podemos engañar: antes de la crisis existía un número significativo de pobres en España que con la crisis han empeorado su situación mientras que muchos otros que estaban en precario han caído en la pobreza. Recordemos que en la tan recordada época de bonanza económica la tasa de pobreza en España ha sido muy importante. El informe FOESSA del año 2005 indicaba cómo 8.509.000 personas vivían bajo en esa situación. Los datos que se manejan es que hoy en día esta cifra ha aumentado hasta los diez millones de personas. Este empeoramiento de la situación tiene una causa clara y no es otra que el paro que se prolonga en el tiempo y que supone una falta de liquidez para hacer frente a necesidades básicas como son la alimentación y la vivienda. El perfil de las personas que solicitan ayuda es para generar no sólo inquietud sino alarma.

El primer dato es que muchas familias españolas se acercan a Cáritas por primera vez y muchas de esas familias son jóvenes y con hijos. Además otras familias que estaban recomponiendo su vida vuelven a ella con una sensación de fracaso tremendo. Por otro lado la ruptura de la familia provoca que vayan tanto mujeres con cargas familiares como hombres solos que se ven a abocados a vivir en condiciones precarias. Como es obvio el número de inmigrantes es también importante. Las solicitudes de ayuda que se reciben son la mayoría de alimento y vivienda. Ambas son necesidades básicas que deben ser cubiertas para que la persona viva. El informe también introduce un elemento importante para comprender esta situación como es la insuficiencia de los servicios sociales públicos. Unos servicios sociales que en muchos casos acaban derivando a las personas a Cáritas. De hecho el 67% de los que acuden a Cáritas por primera vez ya han pasado previamente por ellos. Unos servicios sociales con los que se tarda en concertar la primera cita un mes y que en el mejor de los casos tarda como media dos meses en tramitar las ayudas.

Cáritas aparece en estos intervalos de tiempo como algo a lo que agarrarse y poder aguantar hasta que se arreglen las cosas. Este ir tirando no es humano. En muchos casos las situaciones no sólo no se arreglan sino que además se agravan más. Cáritas en muchos casos acaba supliendo a los servicios sociales. Una actuación que se lleva a cabo porque no se puede abandonar a su suerte a nadie. Las personas comen todos los días y necesitan un lugar donde dormir todas las noches. Pero lo que se hace no deja de ser un parche. Es necesario fomentar una política social que se plantee como elemento central un trabajo digno para todos. No se puede fundamentar una política social sólo de subvenciones. Lo que humaniza al hombre es el trabajo con el que conseguir un salario justo y no pedir migajas. Además ya vemos el fracaso de la política de la subvención, cuando no hay dinero es del primer sitio del que se resta.

 

Extraído de Solidaridad.Net