Entrevista al premio Nobel de medicina Richard J. Roberts.
Tengo 63 años: lo peor de hacerte mayor es que das por seguras demasiadas verdades: es cuando necesitas nuevas preguntas.
Nací en Derby: mi padre mecánico me
regaló un juego de química... Y aún me
divierte jugar.
Casado, cuatro hijos; uno, tetrapléjico por un accidente, me
anima a seguir investigando.
La investigación en la salud humana no puede depender tan
sólo de su rentabilidad económica. Lo que es
bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas. La industria farmacéutica quiere servir a los
mercados de capital...
- Como cualquier otra
industria.
![-]()
Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.
- Pero si son rentables,
investigarán mejor.
![-]()
Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte
por servir a los seres humanos.
- Por ejemplo...
![-]()
He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad...
- ¿Y por qué dejan de investigar?
![-]()
Porque las farmacéuticas a menudo no están tan
interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así
que esa investigación, de repente, es desviada hacia el
descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.
- Es una grave
acusación.
![-]()
Pues es habitual que las farmacéuticas estén
interesadas en líneas de investigación no para
curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos
cronificadores mucho más rentables que los que curan del
todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el
análisis financiero de la industria farmacológica
y comprobará lo que digo.
- Hay dividendos que
matan.
![-]()
Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado
más ni puede entenderse tan sólo como un medio
para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de
capital público y privado es menos fácil que
propicie ese tipo de abusos.
- ¿Un ejemplo
de esos abusos?
![-]()
Se han dejado de investigar antibióticos porque eran
demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado
nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han
vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez
había sido derrotada, está resurgiendo y ha
matado este año pasado a un millón de personas.
- ¿No me habla
usted del Tercer Mundo?
![-]()
Ése es otro triste capítulo: apenas se
investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.
- ¿Los
políticos no intervienen?
![-]()
No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos
son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo
necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.
- De todo habrá.
![-]()
Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los
políticos –y sé de lo que hablo-
dependen descaradamente de esas multinacionales
farmacéuticas que financian sus campañas. Lo
demás son palabras...