En los relatos de Pascua no hay referencia explícita al mediodía; sin embargo, recorriendo los pasos de los discípulos y las secuencias de las diferentes apariciones, podemos situar la conversación de Jesús con Simón Pedro a esta hora. El texto dice “después de comer”.

dónde apacientas el rebaño,
dónde lo llevas a sestear a mediodía,
para que no ande yo como errante
tras los rebaños de tus compañeros.
A esta hora, Jesús se encontró con la mujer samaritana en el pozo de Jacob (Jn 4, 6). Hora también en la que el dueño salió a contratar obreros. A la hora sexta Pilato mostró a Jesús: “He aquí al hombre” (Jn 19, 14). A la hora de sexta Jesús fue clavado en la cruz, y la tiniebla intentó poder a la luz. Al mediodía se conmemora la Ascensión de Jesús a los cielos.
A mediodía, San Pedro sintió hambre, entró en éxtasis, y se le reveló que debía bajar a Cesarea del Mar (Act 10, 9). A esta hora fue la experiencia luminosa de Pablo, camino de Damasco: «Pero yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; caí al suelo y oí una voz que me decía: "Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?" Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?" Y él a mí: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues." (Act 22, 6-8). Quizá sea ésta la razón por la que el Apóstol de las gentes emplea el símil de la luz más fuerte y brillante para llamarnos a vivir “como en pleno día” (Rom 13, 13).
A mediodía, la Iglesia, desde la Alta Edad Media, recuerda el anuncio del ángel a María, cuando la luz llenó el corazón de una virgen nazarena, muy probablemente cuando la joven iba con el cántaro a la fuente del pueblo.
Los orantes, a esta hora interrumpen sus tareas, dan tregua a la fatiga, rezan con los salmos, se unen a toda la Iglesia en oración y reconocen al Señor, dueño del tiempo y de la historia.
En tu jornada, ¿tienes esta pausa y recuerdo de los misterios de Cristo, a mediodía?
				
                    



