Cuaresma 2022: Miércoles 23 de marzo semana III de Cuaresma

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Deuteronomio (4,1.5-9):

MOISÉS habló al pueblo, diciendo:
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
Mirad: yo os enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán:
“Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”.
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?
Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?
Pero, ten cuidado y guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos».

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.Reflexión

El libro del Deuteronomio pone en boca de Moisés el recuerdo de los valores que sostienen al pueblo en la nueva tierra, en la alianza. Nuestro caminar como cristianos se sostiene en la misma seguridad: la alianza. Es el compromiso firme de nuestro Dios que jamás abandona a aquellos por quienes opta. Por nosotros sus hijos. Es en la Alianza donde encontramos la fuente de la verdad y de la posibilidad de la fraternidad; es la conciencia de Alianza la que constantemente nos impulsa a una expresiva sinodalidad en la que nos sabemos capaces de caminar unidos quienes nos creíamos distantes y diferentes. La Alianza no se sostiene en la fuerza de voluntad. No podemos llegar a construir fraternidad únicamente sostenida en la obligación, la alianza se sostiene en la memoria de la liberación, la gracia y libertad compartidas. Así Moisés dice al pueblo… «guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas». Que no se aparte la gracia de la Alianza de nuestras vidas que nos impulsa a hacer posible el encuentro y la solidaridad verdaderas.

Oración

Todo se mueve y se renueva.
Se mueve el sol, la luna y la tierra,
el átomo y la estrella.
Se mueve el aire, el agua, la llama, la hoja.
Se mueve la sangre, el corazón,
el cuerpo, el alma.
Todo se mueve, nada se repite.
Todo es calma y danza,
quietud en movimiento.
Lo que no se mueve se muere,
pero incluso en lo que muere todo se mueve.
Se mueve el Espíritu de Dios,
energía del amor,
verdor de la Vida.
Se mueve Dios, el Misterio que todo lo mueve
y lo impulsa al amor y la belleza.
Déjate llevar.

(José Arregui)

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.

    

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