Hablar del Corazón de María es hablar de algo muy entrañable e íntimo, que forma parte imprescindible de nuestra común experiencia de fe.
En esta celebración en honor del Corazón de María vamos a fijar nuestra mirada en el adjetivo con el que la adornamos: “Inmaculado”. Señala el misterio de la fuerza victoriosa de nuestro Dios que se ha manifestado en María.

− porque se vació de sí misma
− porque escuchó la Palabra y la guardó en su corazón
− porque dijo Sí
− porque tejió un vestido de carne para la Palabra
− porque caminó por la montañas como en procesión del Corpus
− porque visitó a Isabel y la sirvió
− porque cantó su pequeñez y humildad
− porque profetizó un mundo nuevo
− porque hizo su opción por los pobres
− porque dio a luz a la Luz y la besó
− porque escuchó y admiró el poder de Dios
− porque le clavaron siete espadas
− porque estuvo al pie de la cruz
− porque transformó y amplió su maternidad
− porque sigue intercediendo y protegiendo a sus hijos e hijas
− porque nos ama misericordiosamente.





