Celebración del amor
Ambientación.
En el centro del lugar donde se va a tener la celebración
se coloca un cesto con un pan y flores alrededor.
Cantamos o escuchamos la canción «Juntos marchamos» (Cristo vive, Carmelo Erdozaín) o bien «Siempre es nuevo el amor» (Creemos en el Amor, Emilio Vicente Mateu).
Motivación. Jesús descubrió siempre las necesidades de los hombres. Supo estar atento a cada persona. Hoy, nos sigue diciendo: «¡Mirad! ¡Estad atentos! A vuestro alrededor hoy muchas necesidades, hay muchos hombres que os necesitan».
Proclamación de
la Palabra: el Mandamiento del Amor (Jn 15,9-17) o bien Rm 12,9-21 o
bien Rm 13,8-10.
Después de la
lectura se guarda un momento de silencio para acoger la Palabra.
Presentación
del símbolo. Jesús nos dijo
«Yo soy el
Pan de Vida» y compartió su persona toda con
nosotros.
Tenemos aquí un pan como el que Jesús
compartió
tantas veces con sus discípulos, con sus amigos, con los
más
pobres y alejados.
Una
forma de hacer realidad el mandamiento del Amor es haciendo de
nuestra vida «Pan». El pan se comparte, se ofrece,
se
entrega, está al alcance de todos.
Nuestra
vida hecha pan significa comprender, luchar, dialogar, querer,
ayudar. Significa darse a los demás, significa hacer algo
concreto por los demás, por ser vida para los
demás.
Se deja un momento de silencio y reflexión y se va partiendo el pan en trozos pequeños.
Compartimos la Palabra y el Pan. Cada miembro del grupo, de la comunidad o de la familia toma un trozo del pan y se lo entrega a otra persona como forma de expresar lo que quiere ser para los demás. Al dárselo puede decir «Así quiero ser yo para ti» o cualquier otra fórmula que exprese su donación.
Después de un breve silencio, podemos acabar la celebración uniendo nuestras manos y recitando o cantando el Padre Nuestro, mientras alguien del grupo levanta el cesto donde ha estado el pan compartido en signo de ofrenda, o bien recitamos la siguiente oración.
Señor,
estamos aquí reunidos
y
sabemos que nos escuchas.
Queremos
ser para los demás ese pan compartido
que
da la Vida.
Ese
pan que se deja partir
y
comer con alegría y gozo.
Señor,
que el amor
que
has puesto en nosotros
haga
que seamos con todos
cada
vez más cercanos,
más
comprensivos,
más
dialogantes.
Queremos
ser Vida para los demás,
pan
que les de esperanza,
ilusión
y alegría.
Señor
del Amor,
queremos
que a través de nuestra vida
te
encuentren a Ti
que
les dices:
«Yo
soy el Pan de Vida».