CELEBRACIÓN DE LA PAZ. !LA PAZ ES NUESTRA!

28 de diciembre de 2007
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PRESENTACIÓN

Compañeros, Jesús es el Señor de la Paz. El vino a traer fuego a la tierra: el fuego del Amor. No puede haber paz sin amor, y no puede haber amor sin justicia. y Jesús lo sabe, por eso desea ardientemente que ese fuego arda ya en la tierra.

(JPG) Hermanos y amigos, los cristianos somos hijos de ese fuego, hemos recibido la antorcha encendida de las manos de Jesús y, con ella, el gran compromiso de ser luz y fuego, Y PAZ.

Esto es lo que queremos celebrar y significar ahora. Como hijos del Amor queremos comprometernos en serio con la paz. Queremos gritar, apoyados en la promesa de nuestro Dios, que la Paz es nuestra: "Queremos decir bien alto que la Paz es nuestra".

ACOGEMOS LA PAZ EN EL CORAZÓN

Se guarda silencio durante unos instantes mientras se escucha una música ambiental suave. Después se hacen unas PETICIONES DE PERDÓN: espontáneas.

(Se puede sugerir al comienzo de la celebración a algunas personas que realicen esas peticiones)

Pedimos perdón a Dios por tantas guerras, por tanta violencia, por tanta muerte in¬necesaria, por tanta hambre de inocentes y tanta hartura de culpables, por tanta indiferencia, por tanta lágrima de cocodrilo, por tantas palabras sin compromiso…
CANCIÓN: Audición "Sólo le pido a Dios" (Ana Belén)

BIENAVENTURANZAS DE LA PAZ

Dichosos los que no sois violentos
porque habéis renunciado a la agresividad,
porque no os gusta eso de "ojo por ojo y diente por diente",
porque no deseáis ni hacéis mal a nadie.

Feliz el que no responde a la injuria con otra injuria,
al insulto con otro insulto, a la bofetada con otra bofetada.
Dichosos ellos porque la paz será siempre su compañera.

Felices los que cuando os piden, dais;
los que cuando veis que alguien os necesita,
no le volvéis la cara sino que os dais;
los que sabéis animar, ayudar, acompañar,
los que sabéis alegrar a quienes viven a vuestro lado.

Dichosos los que tenéis la paz en el corazón
acurrucada como una paloma
y nunca deseáis la violencia para que no se espante esa paloma.
Esa paloma significa que sabéis amar mucho.
Felices vosotros los que amáis a la familia
haciendo de vuestra casa un hogar feliz.
Dichosos los que amáis a los amigos, a los cercanos…
Pero seréis más dichosos si sois capaces de amar a vuestros enemigos,
si aprendéis a devolver bien por mal.

Dichosos vosotros si en vuestra juventud
rechazáis positivamente toda violencia
y os declaráis ante el mundo "AMIGOS DE LA PAZ"
y decís !no! a la guerra, y a la carrera de armamentos,
y al terrorismo, y al manejo, y a la mentira…
mientras que os manifestáis partidarios
del pan, la salud y la cultura.

Dichosos vosotros si os profesáis amigos
de todos los hombres y de todos los pueblos.

Dichosos mil veces vosotros,
jóvenes de la Paz,
que seréis mañana hombres de Paz.

Dichosos vosotros porque la Paloma de Dios
se acurruca serena en vuestro corazón,
porque sois hijos del fuego,
HIJOS DEL AMOR.

SÍMBOLO

(JPG) Con este signo expresamos nuestro paso y nuestro compromiso por la Paz. Muchos podrán decir que unos pequeños gestos no sirven para nada… pero unas pequeñas velas pueden iluminar en la oscuridad hasta hacerla clara como el amanecer. este es nuestro compromiso por no darnos nunca por vencidos… siempre hay algo que iluminar

(Algunos portarán antorchas encendidas significando la Luz y el Fuego)

Mientras cantamos "No más guerras" o “la paz esté con vosotros”…

LECTURAS

1ª. PETICIÓN DE LA PALABRA

Señor,
hoy queremos pedirte que nos des tu Palabra,
que pongas tu Palabra en nuestros labios,
aunque nos queme como un fuego,
para que sepamos hablar como Jesús,
para que comuniquemos la verdad y la vida,
para que proclamemos la Paz.

Te pedimos, Padre,
la palabra del payaso, para crear alegría;
la palabra del amigo, para crear amistad.
Te pedimos, buen Dios,
la palabra del maestro que enseña,
la palabra del padre que ama,
la palabra del niño que empieza a hablar
que empieza a nombrar las cosas, que dice papá y mamá.

Te pedimos la palabra del poeta que es bella y profunda…
Te pedimos la palabra del hombre que sabe guardar silencio
porque su palabra comienza en el corazón,

Te pedimos, Padre Dios,
no los gritos, sino el silencio;
no la palabrería, sino la palabra;
no la palabra aprendida de memoria,
sino la palabra que expresa y comunica la vida;
no la palabra del mentiroso,
sino la palabra del hombre que es hombre de palabra.

Te pedimos, Padre bueno, la palabra cálida,
la palabra cercana, entrañable…,
la palabra humanizada.
Te pedimos la palabra de los hombres.
Te pedimos la palabra de Jesús.

2ª Jn. 12,46 48; 13,34 35; 14,27.

 

Juan 12:46
Yo, la luz, he venido al mundo
para que todo el que crea en mí
no siga en las tinieblas.

 

Juan 12:47
Si alguno oye mis palabras y no las guarda,
yo no le juzgo,
porque no he venido para juzgar al mundo,
sino para salvar al mundo.

 

Juan 12:48
El que me rechaza y no recibe mis palabras,
ya tiene quien le juzgue:
la Palabra que yo he hablado,
esa le juzgará el último día.

 

Juan 13:34
Os doy un mandamiento nuevo:
que os améis los unos a los otros.
Que, como yo os he amado,
así os améis también vosotros los unos a los otros.

 

Juan 13:35
En esto conocerán todos que sois discípulos míos:
si os tenéis amor los unos a los otros.

 

Juan 14:27
Os dejo la paz,
mi paz os doy;
no os la doy como la da el mundo.
No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.

CANCIÓN: "Paz en la tierra" (Kairoi). Paz en la tierra.
Paz en las alturas.
Que el gozo eterno reine
en nuestro corazón.

Da la paz, hermano, da la paz.
Constrúyela en tu corazón
y con tu gesto afirmarás
que quieres la paz.

Que tu paz, hemano, sea don,
es el mejor signo de amor
que tú nos puedes ofrecer,
Abrazo de paz.

COMPROMISO CON LA PAZ

(Uno tras otro expresa su compromiso con la paz.)

Terminamos recitando todos, como compromiso común, y orando con San Francisco:

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, que yo ponga amor,
donde haya ofensa, que yo ponga perdón,
donde haya discordia, que yo ponga unión,
donde haya error, que yo ponga fe,
donde hay desesperación, que yo ponga esperanza,
donde haya tinieblas, que yo ponga luz,
donde haya tristeza, que yo ponga alegría.

Que no busque tanto ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.

Porque dándose, es como se encuentra;
perdonando, es como uno es perdonado;
dando, es como se recibe;
muriendo, es como se resucita a la vida.

PREGÓN: DIRÉ QUE LA PAZ ES NUESTRA

(Se acercan los que tienen las antorchas y forman un pequeño círculo).

Diré que primero fue la Paz.
La pronunció Dios cuando el Espíritu del Génesis aleteaba sobre las sombras.
La engendró Dios cuando jugaba con la arcilla y el viento y, jugando, soñaba con el hombre.

Vio Dios que era buena la paz
y se la entregó a Adán como primer regalo:
la puso en su corazón y en sus manos.

Una noche
todos conocéis la historia porque la lleváis escrita en vuestro barro-Adán queriendo y sin querer-,
pisó las sombras al otro lado del Jardín.

Desde aquel día el lugar de las tinieblas
está en la mirada del hombre y en su mente.

Tuvo miedo Adán por vez primera y, temblando,
miró a Eva…

Y Eva engendró en su seno las tinieblas,
y nació Caín.

Diré bien alto que Caín es el padre de la guerra.
Con él nació el puño, y la espada,
el grito del viento,el amor envenenado y la ceguera…

Pero diré también que cuando Caín mató a Abel,
entre la muerte y la sangre,
se alzó una paloma de la que no habla la historia,
aunque es cierto que cuenta que la paz se alejó de la tierra.
Y después… …poco más:
SIEMPRE LA GUERRA.

Sólo recordar que Noé,
cuando lo del diluvio y el arca,
soltó una paloma;
y que, de tiempo en tiempo,
algún loco, como Isaías,
soñaba que la paz era nuestra.

Pero diré, por fin, que un día
se empezó a contar la historia de otra manera:

Cuentan que un hombre
un tal Jesús de Galilea-
habiendo sido arrojado de la tierra,
venció a la muerte
y se levantó con la AURORA…
Que se presentó a los suyos y les dijo:

“Paz a vosotros. Recibid el Espíritu como una paloma.
Y sabed que la Paz es vuestra, siempre será vuestra.”
Aquel día comenzó a recorrer el mundo un Espíritu NUEVO,
como aquél del Génesis… cuando, en el día primero,
Dios jugaba con el viento y el barro
y soñaba con el hombre
y le daba la paz como primer regalo.
Y diré,
lo voy a decir bien alto,
que aún existe la guerra, y el puño, y la espada,
y el grito del viento,
y el amor envenenado, y la ceguera…

!LO SE MUY BIEN!

Lo sé muy bien;..
tengo noticia de la primera gran guerra,
y de la segunda…
Y oigo en los periódicos todos los días
que puede llegar la tercera, la definitiva…

Pero diré
que se entere bien Caín-
que en cualquier plaza del mundo
se puede ver a un niño jugando con las palomas,
y que la paz
que lo oiga bien-¬
!la Paz es nuestra!

!Diré bien alto que la paz es nuestra!

(Domingo Martín).

FINAL

-  Hacemos el signo de la paz de la eucaristía:

!Y NOS DAMOS LA PAZ!

-  Terminamos cantando: Cristo nace cada día

 

Habrá tierra que sembrar, habrá mies que recoger.
Por muchos años que pasen no cambiará nuestra fe.
La vida es de los que luchan por su propio yo vencer.

 

Habrá peces que pescar y manos para faenar.
No importará la tormenta, pues Cristo la calmará.
seguiremos en la lucha por un mundo de hermandad.

 

Cristo nace cada día en la cara del obrero cansado,
en el rostro de los niños que rien jugando,
en cada anciano que tenemos al lado.
Cristo nace cada día y, por mucho que queramos matarlo
nacerá día tras día, minuto a minuto,
en cada hombre que quiera aceptarlo