
El consumidor de Comercio Justo se asegura que los productos que adquiere no han sido elaborados por niños o niñas, que las mujeres han trabajado en igualdad de condiciones respecto a los hombres y que el proceso de fabricación ha respetado el medio ambiente y el equilibrio natural de la zona.
Por tanto, el Comercio Justo apuesta por una relación de respeto y equidad en la que ambas partes se benefician. Por un lado, el productor y su comunidad mejoran su calidad de vida y por otro, el consumidor disfruta de un artículo de alta calidad, debido a las materias primas naturales con las que se elabora. Además, la entidad subraya que esta iniciativa evita reforzar las relaciones comerciales entre los llamados Norte y Sur, que frecuentemente consolidan la pobreza de este último.
Fundación PROCLADE, una de las 36 ONG españolas que engloban la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, os anima a todos a comprar de manera solidaria y sostenible a través de esta herramienta de desarrollo. Dichos productos se pueden adquirir en tiendas especializadas (consulta el listado de tiendas y puntos de venta pertenecientes a la Coordinadora Estatal en: www.comerciojusto.org), on-line y algunos establecimientos y supermercados convencionales.
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