Pentencostés, o salir del cenáculo
El Espíritu conduce al Cenáculo, a la Casa cerrada del Encuentro. Y allí estalla en mil lenguas de fuego para modelar y transfigurar una vieja comunidad.
¡Ven Espíritu, Vida!
Cuando pedimos la venida del Espíritu no queremos volar al cielo, ni ser trasladados al mundo que vendrá, sólo Implica una afirmación de la vida.
Pentencostés, o salir del cenáculo
El Espíritu conduce al Cenáculo, a la Casa cerrada del Encuentro. Y allí estalla en mil lenguas de fuego para modelar y transfigurar una vieja comunidad.
¡Ven Espíritu, Vida!
Cuando pedimos la venida del Espíritu no queremos volar al cielo, ni ser trasladados al mundo que vendrá, sólo Implica una afirmación de la vida.
Santos Pedro Poveda Castroverde e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbíteros, y compañeros, mártires
Lc 15, 1-10. Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta.
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