Comentario al Evangelio del
Jesús y la nueva ley del Evangelio
La actitud de Jesús ante la Ley está llena de contrastes que pueden a veces desconcertarnos. Por un lado, Él mismo dice que no ha venido a abolirla (cf. Mt 5, 17); antes bien, la reinterpretación que Jesús hace de los preceptos de la antigua ley en el sermón del monte parece una radicalización de sus exigencias. Por otro lado, el texto de hoy es un ejemplo de la sorprendente libertad con que Jesús se comporta respecto de la Ley. ¿Se trata aquí, tal vez, de un caso de “excepción” que relativiza los preceptos legales en vista de situaciones de necesidad? Es poco probable, pues la situación que se describe no habla de una necesidad extrema. Tampoco parece plausible que Jesús invite a una interpretación meramente subjetivista de la Ley, en función de las necesidades y opiniones de cada uno.
Jesús ha venido a “dar cumplimiento” a la Ley y a los Profetas: en Él se revela el sentido profundo y auténtico de todos los antiguos preceptos y en Él se cumplen todas las promesas de los oráculos proféticos. Esto significa, en el fondo, que Jesús no se limita ni a sancionar, ni a abolir la Ley, ni tampoco a suavizarla, ni a radicalizarla, sino que Él mismo se convierte en Ley para sus discípulos. No se trata, pues de interpretar de un modo u otro (rigorista o laxista) determinados preceptos, ni de sustituirlos por otros nuevos; de lo que se trata es de que el mismo Jesús, su Palabra, sus hechos, su modo de vida, de relación con su Padre Dios y con los hombres, sus hermanos, y, en definitiva, su muerte y resurrección es quien constituye la nueva Ley del Evangelio: es ahí, precisamente, en donde encontramos el espíritu y la clave de comprensión de todo posible precepto. Sólo quien acepta en fe la persona de Jesús y la convierte en norma de su propia vida puede adoptar la perspectiva justa en relación con todo precepto social, moral o religioso, porque precisamente en Él adquirimos la sabiduría que penetra en las verdaderas exigencias de nuestra condición humana, de nuestras relaciones con los demás y con Dios.
Saludos cordiales
José M. Vegas cmf

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Alicia
el 20/1/15


Rafael
el 20/1/15
Jesus dice: "No he venido a abolir la ley sino a acercarla al Amor". La prueba está en las Bienaventuranzas, en donde nos enseña que nuestra Misión: "Son los más necesitados".
En Jesús se cumplen todas las promesas de la ley antigua. Él mismo se convierte en ejemplo de Ley Divina: en principio de Amor a Dios y a Dios que está en el Prójimo.


Jorge A.
el 20/1/15
Hágase Tu voluntad. Confío en Ti Jesús
Amén.


Alejandro
el 20/1/15


Joselito H.
el 20/1/15


Irenarco Cala
el 20/1/15


Marta Rodríguez
el 20/1/15
Pensaba, una vez más, en estas Palabras de Jesús, cuánto cambia la mirada y las acciones cuando la la ley está al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ley! tantas injusticias se evitarían.
Qué distinto sería todo si libres y resueltos, los hombres pudieran obrar por amor y resolver los problemas cotidianos poniendo en práctica estas ideas del Maestro.


Jorge Eduardo
el 20/1/15


javier
el 20/1/15
La actitud de Abiatar es la misma que hoy nos enseña Jesús: los preceptos de la Ley » ver comentario


recc1718
el 20/1/15
Jesús disculpa a sus discípulos, "da la cara" por ellos. Cuanto cuesta dar la cara, sobre todo cuando te la pueden partir. Jesús no condena, disculpa, comprende... Perdona hasta lo que le están matando "Perdónales, Señor, que no saben lo que hacen". Hay personas que dan la cara por mí. Jesús mismo también da la cara por mí. Doy gracias y pido fuerza para ser más parecido a Él.
La ley para las personas o las personas para la ley. La elección de Jesús es clara: la ley al servicio de las personas. ¿Cómo suelo aplicar las leyes a los que me caen bien? ¿y a los que me resultan antipáticos? ¿y a » ver comentario


Rafael
el 20/1/15


Olga E.
el 20/1/15
Que la luz del Espíritu Santo, me permita actuar como verdadera cristiana y que sea capaz de ver en cada persona que sufre enfermedad, tristeza, soledad, abandono a Cristo y lo sepa abrazar y auxiliar como lo haría el mismo Señor Jesucristo. Amén


isidro
el 20/1/15


Mery Buestán
el 20/1/15


MILAGROS
el 20/1/15


Betty Díaz
el 20/1/15


Rebeca.
el 20/1/15


Mercedes
el 20/1/15


Francisco
el 21/1/15
Yo también coincido con Mercedes en el último comentario a la 1era lectura.
Infunde ánimo para perseverar en las buenas obras a pesar de que no se este pasando por un momento fácil, Dios nos dice que sabe y valora el bien que hemos hecho y nos invita a seguir haciéndolo caminando en la esperanza.


carmen
el 21/1/15

R.VELIN
el 20/1/15