Artículos en En el exilio

Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible.
(Ron Rolheiser, OMI)

San José y Navidad

por: Ron Rolheiser (Traducción por Carmelo Astiz, cmf) en En el exilio el
Fundamentalmente, lo que nos enseña José es cómo vivir en amorosa fidelidad.

En Busca de la Inocencia

por: Ron Rolheiser (Traducción por Carmelo Astiz, cmf) en En el exilio el
No hemos perdido totalmente la inocencia; el mundo no es un lugar tan malo como parece.

La Eucaristía como Celebración de la Vida Diaria

por: Ron Rolheiser (Traducción por Carmelo Astiz, cmf) en En el exilio el
A veces nos olvidamos de que Jesús nació en un establo, no en una iglesia, y que el Dios de la Encarnación tiene que ver tanto con mesas de cocina como con altares eclesiales. Dios es tan doméstico como monástico.

Integridad Privada

por: Ron Rolheiser (Traducción de Carmelo Astiz, cmf) en En el exilio el
La calidad de nuestras personas depende de la calidad de nuestra integridad privada.

Dios No Juzga a Nadie

por: Ron Rolheiser (Traducción Carmelo Astiz, cmf) en En el exilio el
Hay una pregunta sobre la bondad de Dios tan vieja como la religión misma: ¿Cómo puede un Dios que es todo bondad enviar a alguien al infierno para toda la eternidad?

El Amor – Ilusión y Realidad

por: Ron Rolheiser (Traducción Carmelo Astiz, cmf) en En el exilio el
La mayoría de los cantos románticos de amor expresan de hecho enfáticamente una frustración o desencanto que viene a ser preludio del amor.

La Pureza

por: Ron Rolheiser (Traducción Carmelo Astiz) en En el exilio el
Nuestra falta de pureza es, creo yo, una de las causas profundas de tristeza en nuestras vidas.