
Un concierto de Jazz con homilía
En San Petersburgo existe la única sala de Jazz del mundo financiada por el presupuesto del estado, al menos así lo presentan ellos. El Jazz fue un género especialmente perseguido en el régimen soviético.
Crónicas de actualidad sobre el mundo visto desde Roma, por P. Josep Rovira, misionero claretiano.
En San Petersburgo existe la única sala de Jazz del mundo financiada por el presupuesto del estado, al menos así lo presentan ellos. El Jazz fue un género especialmente perseguido en el régimen soviético.
Me voy. De Roma, se entiende. Después de 48 (léase, cuarenta y ocho) años de estar entre estas viejas piedras y el pueblo sencillo que las habita. Los Superiores me han destinado un poco lejos; a quien me lo pregunta le digo: “Bajando, a la izquierda”, es decir, Filipinas.
En el hemisferio norte parece como si el mes de Noviembre invitara al silencio: los días se hacen cada vez más cortos, fácilmente llueve, se asoman las primeras nieves sobre las cimas de las montañas, recordamos a nuestros queridos difuntos... En cambio, si algo parece claro en nuestra sociedad es que el silencio no está de moda..., ¿o sí?
He leído muchas veces aquella frase que más o menos dice así (¡y tiene razón!): “En cada niño que nace Dios nos está diciendo que todavía se acuerda de nosotros y nos ama...”.
Por razón de ministerio, el pasado mes de agosto, he tenido la oportunidad de ir a Lima, capital del Perú. Si me permiten, quisiera compartirles algunas impresiones.
El Viernes 31 de Agosto, ha muerto el Cardenal Carlo María Martini. Como homenaje a su figura, rescatamos de nuestra bodega una artículo escrito por Josep Rovira.
La muchedumbre estamos seguros de encontrarla (en la playa, en las ciudades, a veces incluso en la montaña...); ¿y si probáramos con la soledad? ¿Qué sentido cristiano puede tener la soledad, si lo cristiano es la comunión (cf. 1Jn 1, 1-3)? ¿incompatibilidad o complementariedad?
Jesús deja, como resultado de su venida y de su victoria sobre la muerte, precisamente una gran alegría. Va a ser ésta una de las notas características de la vida del cristiano. Pero, ¿cómo es esa alegría?
El pasado 16 de Abril, el papa Benedicto XVI cumplió 85 años (1927- ). Es ya el papa más anciano del último siglo, desde los tiempos de León XIII que murió en 1903 a los 93 años de edad.
La Pascua fue el hecho que permitió a los discípulos entrar en el mistero de la persona y el mensaje de Cristo. Por eso, sin querer ser irreverente, podríamos llamar a esta Solemnidad la contraseña (“password”) del Señor. Leíamos hace pocos domingos: “...
El filósofo griego Platón (428-348 aC) se quejaba de que nunca sopla viento favorable para quien no quiere navegar; como no hay nunca pruebas bastante seguras para quien no quiere creer.
El día 2 de Febrero celebramos la “Jornada de la Vida Consagrada”, y este año conmemoramos el 50 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II. Con este doble motivo, puede ser oportuno reflexionar sobre la marcha de la Vida Consagrada durante este último medio siglo, dónde se halla hoy día y qué futuro parece que va a tener.
Todos hemos oído hablar los días pasados del naufragio de la nave-crucero italiana “Concordia” frente a las costas de la “Isla del Lirio” (“Isola del Giglio”), debido a la imprudencia sumada a la cobardía posterior de su comandante.
Estamos comenzando un nuevo año y una vez más me ha venido a la memoria una exclamación que he oído frecuentemente y que siempre me ha interrogado; cuando alguien te dice: “¿Qué significado y fin tiene la vida cuando no hacemos más que correr, correr..., trabajar, algún momento de descanso, tantos momentos empapados de dolor, o en los que la salud vacila o se quiebra y, al final..., la muerte?”.
He pasado un par de semanas en Vladivostok. Está muy, pero que muy lejos de todo. El viaje en avión desde Moscú lleva 9 horas (8 horas, 55 minutos, no hay que exagerar…)
Estamos a punto de celebrar las Fiestas de Navidad, Año Nuevo, Epifanía... Quizás hemos decidido ser particularmente generosos con alguien durante estas Fiestas. Efectivamente, en muchas partes, sobre todo con motivo de la Navidad, se organizan encuentros, celebraciones religiosas, comidas...
Hemos acabado el año litúrgico con un Evangelio que más concreto no podía ser. Entre otras cosas, leemos las siguientes palabras del Maestro: “... Estaba ennfermo y me visitasteis...” (Mt 25, 35).
Me da la sensación de que si hay un mes a lo largo del año que no deja indiferente en ninguna comunidad cristiana es el de Noviembre. Depende de la fe y de la cultura.
Quisiera concluir cuanto escribí en el artículo anterior, a propósito del valor humano y cristiano de la amistad. Veamos algunos testimonios, comenzando por la Palabra de Dios: “Hay compañeros que se pelean, / y amigos más unidos que hermanos” (Pro 18, 24)...
La amistad, decía el filósofo griego Aristóteles (384-322 aC), es la cosa más necesaria en la vida; y según el orador latino M. T. Cicerón (106-43 aC), el sol de la vida.