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VI Sábado de Pascua (4 - Junio - 2011)

Angel Moreno -

“Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará”

Pocas veces Jesús compromete tanto su palabra como en el texto que hoy contemplamos. Pero quizá la experiencia que tenemos de la oración no responde a tanta certeza. ¿Acaso es porque no sabemos pedir como nos conviene, o porque no pedimos en verdad en el nombre de Jesús, sino en razón de nuestra angustia o necesidad?

Jesús ha llegado a decir, que “el cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán” (Mt 5, 18). También ha afirmado, en otro momento: «Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa» (Mt 10, 42). Quizá una de las causas de la esterilidad de nuestra oración sea lo que el mismo Señor señala: “Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Desplázate de aquí allá", y se desplazará, y nada os será imposible» (Mt 17, 20).

El Evangelio está repleto de signos que se han realizado en favor de los menesterosos, porque lo que pedían lo pedían con fe. En una ocasión, se acercó un ciego a Jesús, y el Maestro le preguntó: «¿Qué quieres que te haga?» Él dijo: «¡Señor, que vea!» Jesús le dijo: «Ve. Tu fe te ha salvado» (Lc 18, 41-42). “Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?” (Lc 18, 8). La mejor súplica será como la que hicieron los discípulos al Señor; «Auméntanos la fe» (Lc 17, 5).

Si puede ser verdad nuestra falta de fe y de confianza en la Palabra de Jesús, también es verdad que Jesús ha orado por nosotros, para que no desfallezcamos, y su oración es eficaz. «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha  solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos» (Lc 21. 31-32). “No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí” (Jn 17, 20).

Discernimiento

¿Oras? ¿Cómo es tu oración, de súplica, alabanza, adoración, por amor? ¿Tienes experiencia de haber sido escuchado en tu oración? ¿Te acompaña la certeza de que eres escuchado por Dios, en razón de la intercesión que hace Jesús por nosotros? ¿Rezas por otros?

Testimonio

Los primeros cristianos eran fieles en orar. “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones” (Act 2, 42).

    
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