Una carta de paz para el mundo en guerra

9 de abril de 2009
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Los acontecimientos mundiales, la situación económica global y la violencia reclaman una mayor búsqueda de paz y de resolución de conflictos en aras de una mayor convivencia pacífica en todo el mundo.

Los acontecimientos mundiales, la situación económica global y la violencia reclaman una mayor búsqueda de paz y de resolución de conflictos en aras de una mayor convivencia pacífica en todo el mundo. Estos son algunos de los objetivos de iniciativas como La Carta de la Paz dirigida a la ONU, un documento que ha cumplido en marzo su vigésimo aniversario de inicio de redacción a cargo del doctor Alfredo Rubio de Castarlenas y el profesor José Luis Socías Bruguera en 1989 en Xian, China. La finalización de la misma es fruto de más de un centenar de reuniones de diálogo y estudio en América y Europa. Consta de una introducción, diez puntos, una conclusión y una postdata que señalan unos principios sobre los cuales se puede fundamentar una paz sólida y realista. Se encuentra a diposición en 19 idiomas en su página web www.cartadelapaz.org

El filósofo catalán Fran çesc Torralba, actual docente en la Universitad Ramon Llull de Barcelona, considera que esta Carta invita a la reconciliación:

"Las tensiones que en el pasado se convirtieron en conflicto y que de algún modo todavía están latentes y se transmiten de generación en generación y eso exige una necesidad de purificar el pasado, lamentar públicamente los errores que se cometieron, los males que se cometieron, y naturalmente comprometerse en no repetirlos".

Esta carta parte de una premisa fundamental, que es el llamado realismo existencial. Torralba lo explica:

"La base es el realismo existencial. Decir esto para muchos es decir algo muy lejano a su orden mental. Pero la base es una antropología, una imagen del hombre, en el que el ser humano es un ser libre, inteligente, y capaz de amar. Es un ser que puede edificar comunidades pacificas".

En el trabajo de difusión de la Carta de la Paz realizado por todo el mundo, se han recogido testimonios y comentarios de personalidades y representantes de instituciones, de intelelectuales, políticos y artistas. Ha sido presentada a las Naciones Unidas, con sede en Nueva York, en varias ocasiones y se ha difundido ya en más de 80 países.