Madres sanas, derecho y esperanza
Manifiesto 2008

Cartel campaña XLIX
Este año, durante la Campaña
XLIX, con el lema “Madres sanas, derecho y esperanza”, exigimos el
cumplimiento del Objetivo
de Desarrollo del Milenio nº 5: “Mejorar la salud materna”.
DENUNCIAMOS
Más de medio millón de mujeres, aproximadamente
una mujer por minuto, mueren al año como resultado de las
complicaciones durante el embarazo o el parto.
Junto a las causas directas de la mortalidad materna, como las hemorragias, las infecciones, los abortos, la hipertensión, la obstrucción y las anemias, existen otras causas relacionadas con las condiciones de vida, que también matan:
- la falta de acceso a servicios básicos como el agua y los saneamientos;
- la discriminación de la mujer en el acceso a la educación;
- la maternidad prematura derivada del matrimonio infantil;
- los embarazos adolescentes, el abuso sexual, la trata y la explotación de la mujer;
- la infección por sida.
DECLARAMOS
- Mejorar la salud materna es promover la capacidad de la mujer para que su condición de madre no haga peligrar su propia vida.
- La maternidad saludable, que es esperanza para las mujeres, sus hijos, sus familias y la sociedad, se promueve fomentando condiciones que permitan a la madre ser lo que es, fuente de vida, donación y gratuidad.
- Las mujeres embarazadas deberían ver respetado su derecho a dar a luz a un hijo en condiciones seguras y limpias, de modo que viva, crezca, se desarrolle y goce de buena salud.
- El derecho a la protección de la vida, aspiración y vocación de la maternidad, es el derecho fundamental exigible ante todos los derechos.
- Las madres y los padres se complementan y son responsables de una maternidad saludable.
NOS COMPROMETEMOS
- A trabajar por una maternidad querida y vivida con alegría; sana y sin riesgos, a través de la formación de la mujer, la capacitación de personal sanitario y la creación de condiciones familiares y sociales adecuadas para el desarrollo de una vida plena.
- A luchar contra los entornos sociales, culturales, políticos y económicos de pobreza y desigualdad, que condicionan negativamente la dignidad de la mujer y su maternidad. A conseguir reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida para más personas. Porque el desarrollo de los pueblos no es posible sin unas madres sanas que sean esperanza.
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