Los pisos de Caritas para pobres.

16 de mayo de 2007
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Cuenta Xabier Barrena en El Periódicoque elproblema de la vivienda en España, y en particular enBarcelona,amenaza con abrir brechas sociales difíciles de cauterizar,si no seempieza ya una actuación decidida. Este es el mensaje queCáritasDiocesana de Barcelona, la oenegé vinculada a la iglesiacatólica,lanzó ayer para advertir de que grandes segmentos depoblación estánsiendo irremediablemente excluidos y abocados a vivir en condicionesindignas.

Cáritas, además, anuncióque piensa predicar con el ejemploy que, mediante su fundación Foment de l’Habitatge Social,busca socios
— públicos o bien privados— tanto para gestionar pisosvacíos comopara construir nuevos.

La intención, según el directorde Cáritas Barcelona, Jordi Roglà,y el presidente de la fundación, Ignasi Delàs, escrear una oferta deviviendas temporales para aquellos sectores de la sociedad cuyosingresos y nivel de vida no les permiten, ni tan solo, optar a unavivienda protegida de las administraciones públicas. Esdecir, crearuna oferta para una demanda cada vez mayor.

DERECHO A LA VIVIENDA

En opinión de Roglà, el derecho a lavivienda, equiparable al de lasanidad y educación, ha sido descuidado por los sucesivosgobiernos,dando pie a una espiral poco menos que infernal. Y es que,según losdatos expuestos en el informe La vivienda, un factor deexclusión social,el dinero que destina la oenegé a ayudareconómicamente, en materia devivienda, a quienes se lo piden ha pasado del 6% del año1973 al 54%del total de ayudas que distribuye. Es decir, las ayudas para pagaralquileres o realquileres fueron de más de mediomillón de euros.el año2006.

Y lo que es más preocupante, laincesante subida de los índices de referencia de lashipotecas,como el euríbor, está ya pasando factura. ACáritas han empezado allegar este año las primeras peticiones de ayuda para hacerfrente aplazos de hipoteca.

Entre los más perjudicados por lasituación de la vivienda enBarcelona, se encuentran los jubilados con pensiones mínimasque apenasalcanzan los 300 euros al mes. A la escasez de líquido paraafrontarlos alquileres hay que sumar, además, el acoso —mobbinginmobiliario—que muchos sufren.

Si se analiza los orígenes de los que se acercan aCáritas en buscade ayuda se observa que del total de personas que Cáritasatiende, un 40% son latinoamericanos,un 25% magrebís y un 25% autóctonos. Losinmigrantes son los que mássufren el hacinamiento en los llamados pisos patera donde variasfamilias de realquilados conviven en un mismo piso.

En 1990, solo el 3% de las personas que pedíanayuda a Cáritas vivíade realquiler. Hoy, ese porcentaje se sitúa en el 60%, casitodosinmigrantes o, sobre todo, sin papeles.

Otro grupo social duramente atacado por la carestía de lavivienda son las familias monoparentales.Un 59% de las familias atendidas por la oenegé de la iglesiatienen hijos y en un 20% se trata de un adulto solo con hijos.

    

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