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Evangelio Seglar para el Primer Domingo de Adviento (1 de diciembre de 2019)

Laiconet -

LECTIO DEL DOMINGO I ADVIENTO - CICLO A

PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?

Lectura del santo evangelio según san Mateo 24,37-44

Estad en vela para estar preparados

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.

SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

DESDE LA FAMILIA Y LOS NIÑOS

(matrimonio, trabajan ambos, dos hijas pequeñas, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)

En nuestra vida cotidiana, ¿cuándo estamos en vela? Quizá la mayoría de las 'noches en vela' que hemos pasado han sido porque alguna de nuestras hijas lo necesitaba, normalmente por algún malestar o enfermedad.
Esto nos hace caer en la cuenta de que velar no consiste solamente en no quedarse dormido, aunque sólo eso ya sea difícil, sino que velar implica mantenernos despiertos porque tenemos un propósito, y que ese propósito no somos nosotros mismos, sino estar atentos a la presencia de Dios en nuestra vida y estar preparados para responderle
Con nuestras hijas no sólo pasamos alguna noche en vela, sino que estamos en un 'desvelo' permanente buscando su bien. Cubriendo sus necesidades humanas fundamentales, pero también estimulando que vayan descubriendo esa presencia de Dios en sus vidas. Aún son pequeñas para entender estás cosas si se las explicamos, pero sabemos que aprenden con el ejemplo, y que es nuestra misión esforzarnos para intentar parecernos a Jesús, que nos recuerda que el encuentro con el prójimo es un 'lugar' privilegiado para estar en Su presencia.
Estaremos en vela por nuestras hijas, pero también queremos estar en vela como familia por las personas que sufran injusticia y por aquellas que necesiten un mensaje de esperanza o palabras de consuelo."

DESDE LA ESPERANZA

(matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)

No es que tengamos buenas noticias últimamente, ante el clima de colapso de la economía, bombardeos por parte de un país a otro, amenazas de unos pueblos a otros pueblos, enfermedades contagiosas que se propagan con mucha más violencia en situación de pobreza extrema…. En fin y a partir de ahora, vivimos un tiempo litúrgico que se llena de ESPERA. Y ¿acaso no es eso lo que nos queda? Cuando alguien lo tiene todo, no tiene que mirar más allá, porque a su alrededor ya tiene cuanto necesita para ser feliz. Pero a quien le falta de todo, no puede más que esperar a que el día que viene, va a ser mejor que el que acaba de morir, pero es mejor, porque más allá, llega Dios. Cuando nuestra mirada, nuestro corazón, nuestra espera, nuestra ilusión, nuestros sueños, nuestro futuro, descansa en el Señor, su Amor de niño confiado, de padre amoroso, de madre desvivida, de amigo que se dio hasta la muerte, ese Amor, nos llena, nos sacia. Frente a las dificultades de la vida, frente a las noticias de muerte, la Vida aparece.

TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?

(hombre, casado, trabaja, pertenece a movimiento cristiano)

Dios amoroso.
Sé que estar en vela es estar atento a los gestos, a las miradas, a los detalles.
Sé que estar en vela es estar atento a la infinidad de posibilidades de sembrar ternura en este mundo.
Sé que estar en vela es estar a los momentos inesperados que potencian la vida, el encuentro, la comunión.
Sé que estar en vela es reconocer los momentos en los que podemos colaborar en la construcción de un mudo más humano.
Ábreme el corazón,
la mirada.
Hazme disponible.
Hazme peregrino.
Hazme samaritano..

CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?

(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)


ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?

(matrimonio, 3 hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

En el comienzo del Adviento, quisiera proponeros un símil para intentar vivirlo de una manera nueva. A este símil, vamos a recurrir repetidamente los próximos domingos para buscar aspectos nuevos que nos puedan iluminar. Quizás seáis las mujeres que habéis sido madres las que lo vais a entender mejor, aunque los demás podemos intentar meternos en el papel. La idea es vivir el Adviento imaginando que en nuestro vientre, como en el de María, se está gestando una nueva vida... ¡y no cualquier vida, la de Jesús! Sólo imaginad a la Virgen María cómo cambiaría  su actitud ante el prójimo, ante la injusticia, ante la creación... sabiendo que dentro iba creciendo algo TAN GRANDE. ¿Se le escaparía algún taco, una palabra mal sonante, se pondría a murmurar con las vecinas, bebería vino hasta perder el control...?
Cada vez nos vamos a centrar en un aspecto, en este caso, al ser el primero, el comienzo del embarazo supone de entrada una gran ilusión pero a la vez, un gran miedo. Nos ponemos en el papel de una "primeriza joven" como María. Así nos hacemos eco de este pasaje del evangelio tan "escatológico" pero a la vez tan real. Los tiempos del Señor, no son los nuestros, lo que para cada uno de nosotros tiene preparado el Señor es un misterio y no nos puede pillar de improviso, sin nada preparado.
Es por tanto un periodo de conversión, de podar aquellas cosas que, "estando embarazad@s" de Jesús, deberíamos ir erradicando, no pegan con esta vida que quiere crecer dentro de nosotros... Tampoco el miedo nos puede dejar atenazados, "arriesgar", equivocarse por ser una" Iglesia en salida", como dice el Papa, es en nuestros días, muy necesario. Aunque nuestro ardor evangélico por conquistar almas nos lleve a fracasar en algunas ocasiones, esto no puede hacernos caer en la decepción o el cansancio, antes bien, reconocer que somos humanos, volver a empezar y seguir en la brecha. Dicen que, en la guerra, el miedo es un buen aliado por que se es más prudente, te hace estar más atento, te hace estudiar más las situaciones para no verte sorprendido. Quizás el miedo peor para un cristiano, como dice San Agustín, sea el miedo a que Jesús pase ante nosotros y no seamos capaces de reconocerlo.
¡¡Buen embarazo para todos!!

    
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