Evangelio Seglar para el Domingo VI de Pascua (26 de mayo de 2019)
PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amárais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.".
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE EL TRABAJO
(hombre, casado, dos hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento eclesial)
La vida laboral no es precisamente un remanso de paz. Pese a la cantidad de tiempo que le dedicamos en nuestra vida, es complicado siquiera hacer algún amigo entre los compaleros. Las dinámicas competitivas, y a veces las reglas inhumanas persiguiendo el máximo beneficio impiden una paz serena.
Todo este texto es el intento de dar ánimos de Jesús. Es el discurso de un capitán antes de la batalla. Nos avisa de la soledad, porque no todo el mundo le amará, del Espíritu que vendrá en nuestra ayuda (con lo que nos avisa que necesitaremos ayuda), la peculiaridad de su paz, diferente a la que busca el resto, y ánimos para no acobardarnos cuando no le veamos a nuestro lado.
Y es posible que en el fragor de la batalla perdamos la moral. El enemigo es duro y sus ejércitos en este mundo poderosos. Pero no hay que olvidar que es una batalla que ya está ganada. Ya se encargó Jesús de ganarla. Sólo hay que abandonarse a las órdenes del Espíritu para salir de esta batalla con vida. Y una vida con mayúsculas.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)
Que el Espíritu Santo me recuerde y renueve en mí el sentido de la Palabra…
Que desde la Palabra movida por el Espíritu me abandone en tus manos, Padre,
para así, descubrir la paz que tú propones, esa paz diferente, firme, comprometida, generosa…Señor, que viviendo Tú en mí, sienta sin reservas la valentía de mi corazón, la fuerza de mi espíritu, para hacer y ser cristiano coherente para los demás, lejos de acobardarme, de esconderme, o acomodarme entre los ruidos, las quejas, el bienestar, el egoísmo…
Y que si tiemblo, Padre, sea al descubrir que me amas como nadie y me conoces como soy, porque en TU AMOR se cumple tu palabra y se concreta tu paz.
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
Contempla la imagen adjunta...
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 5 hijos, ambos trabajan, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Quizás a medida que avanza la Pascua se nos va olvidando el gran regalo del Domingo de Resurrección.
Hoy Jesús nos vuelve a recordar y regalar su paz, para amarle y tener la dicha de amar al otro.
Hoy Jesús nos promete un regalo grande: el Defensor que enviará el Padre en su nombre.
Cuando metemos la pata, cuando sabemos que tenemos que pedir perdón, cuando obramos desde la ceguera, pidamos que Él nos haga levantarnos y seguir adelante.
Que en las tormentas que nos toca vivir, el Espíritu nos dé fuerza para que no tiemble nuestro corazón ni se acobarde. Y que cuando nos veamos llenos de Él sepamos transmitirlo y defender a los que nos rodean.
Que esta semana seamos nuevamente portadores de la paz, de la que tanto estamos todos necesitados.