Evangelio Seglar para el Domingo Segundo de Pascua (27-04-2013)
PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según san Juan 20,19-31
A los ocho días, llegó Jesús
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo." Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomas con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)
Dos episodio, separados por una semana (el segundo correspondería temporalmente a este domingo), donde Jesús se presenta en medio de la comunidad de discípulos de Jerusalén comunicándole su paz, reunida en el día que pasaría a llamarse domingo ("día del Señor"), cerradas las puertas por el entorno hostil (que en la primera ocación les producía miedo, no así tras la primera presentación del Resucitado en medio de ellos).
La primera vez incluye el envío misionero, para lo cual les comunica el Espíritu Santo (en el mismo día en que resucitó, no 50 días después) y les hace mediadores (a todos los discípulos, no sólo a los apóstoles) del perdón de Dios.
La segunda ocasión proclama una nueva bienaventuranza, dirigida a los lectores del Evangelio: "Dichosos los que crean sin haber visto", los que crean por el testimonio de la comunidad, y no como hace Tomás. Para eso fue escrito el evangelio, como dice el versículo final: "se han escrito para que creáis".
El resucitado es el mismo que fue crucificado (no es un fantasma), como se indica al mostras sus manos y el costado, lo que provoca alegría en quienes le reconocen.
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LOS NECESITADOS
(mujer, casada, voluntaria de Caritas Parroquial, pertenece a movimiento seglar)
"Paz a vosotros". Esta frase repetida por tres veces en este Evangelio, es el saludo habitual que hace Jesús en casi todas sus apariciones; porque Él vino a traernos esa "Paz interior" que nadie nos puede quitar por muchas dificultades y sufrimientos que tengamos en nuestra vida.
Tenemos que ser personas de auténtica Fe, pero cuántas veces nos identificamos con Tomás y necesitamos meter el dedo y la mano en las llagas de Jesús para creer. Esas llagas son heridas que revelan la Misericordia de Dios, que tanto amó al mundo que le dio su Hijo único. Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y acoger la Misericordia divina.
Paz, Fe y Misericordia, es lo que intentamos transmitir en nuestra acogida de Cáritas y desde la pobreza, la humildad, y la sencillez, las personas más necesitadas nos dan auténticas lecciones de confianza absoluta en Dios que les ayudará a sacar sus vidas adelante.
DESDE LA ALEGRIA COTIDIANA
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento seglar)
¡JESÚS HA RESUCITADO! ¡VERDADERAMENTE HA RESUCITADO!
Hoy 2º domingo de Pascua seguimos celebrando lo que vivimos en la Vigilia Pascual, que la Luz del Resucitado nos ha inundado para llevar la alegría de su Palabra a nuestro día a día.
Yo me siento llamada a dar ese inmenso Amor que el Señor me ha regalado con su entrega. Al igual que Jesús Resucitado envió a sus discípulos, me siento enviada con la fuerza del Espíritu Santo a dar testimonio en mi familia, en mi trabajo, en mi comunidad, perdonando y amando al que me hace daño, al que me pone las cosas difíciles, al que…
Pero durante la semana he recibido una noticia que me ha hecho dudar igual que Tomás, que me ha hecho sentir miedo igual que el que sintieron los discípulos encerrados en su casa ante la muerte de su maestro. Y es que una niña a la que adoro puede tener una enfermedad grave.
Pero el Señor de nuevo se hace presente en mi vida recordándome que en mi debilidad se hace fuerte, porque su Luz es la que ocupa mi vida y tengo que ser esperanza de Resurrección en los que como Tomás necesitan pruebas para creer, necesitan tocar sus heridas porque el dolor les atenaza. Como cristiana, a mi me toca ser LUZ con sus padres. Ser la que les transmita el Amor tan inmenso que les tiene el Señor y la Esperanza de la Resurrección, ahora más que nunca. Porque merece la pena dar la vida por el que lo necesita, ahí es donde está la alegría del evangelio. DANDO LA VIDA
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Te damos Gracias y te alabamos, Señor y Dios nuestro,
porque Tú nos llenas nuestro corazón con tu Paz,
con tu Amor y con tu Vida, que nos transforma
y nos anima a anunciar tu Evangelio a todo el mundo.
¡Gracias, Cristo Resucitado, porque Tú te haces Presente
a través de la comunidad y del testimonio de nuestros hermanos!
Te damos Gracias porque tu Misericordia es infinita
y nos enseñas a perdonar a los demás porque Tú, Dios nuestro,
llenas nuestro corazón con tu Perdón, Amor y Misericordia.
Te damos Gracias porque Tú, Dios nuestro, estás Presente
en nuestro interior, cada día, con la Fuerza de tu Espíritu,
que nos alienta, nos anima y nos impulsa en todo momento,
enviándonos a la Misión por todo el mundo y a cada persona.
Gracias, Dios nuestro Misericordioso, porque tu Presencia real
y cercana a través de la Eucaristía y en nuestra comunidad,
nos fortalece nuestra fe y nos llena de alegría y esperanza.
¡Ten Misericordia de nosotros, Dios nuestro, y no permitas nunca
que nuestros miedos ni nuestras dudas nos paralicen jamás,
ni nos impidan anunciar tu Amor a cada hermano nuestro,
para que así, todo el mundo pueda conocerte y amarte cada día más
y, que todos juntos, podamos alabarte y darte Gracias siempre! Amén
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 3 hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Menos mal que en el evangelio aparecen episodios como estos que nos hacen reflexionar sobre nuestra manera de creer y sobre lo dificil que, incluso para un apóstol le resultó creer. Santo Tomás, sí, un santo, dudó de lo que le decían los discípulos de Jesús.
El Señor, con este evangelio, en su pedagogía característica, nos da algunas claves para no caer en esa increencia, y nos pone de ejemplo a Tomás.
Este evangelio, nos recuerda mucho las palabras del papa Francisco cuando nos invita a "tocar". Estamos necesitados de esto, de acercarnos a la "miseria", de besar a un niño, de besar a un anciano, de acariciar sus manos huesudas, ásperas, delgadas, de dejar que nuestra piel sienta ese contacto explícito con los que sufren, con los que están sólos. Necesitamos de esto. Parece como si hubieramos caido en relaciones impersonales, a través de e-mail, de redes sociales, de telefono... No, Jesús le pedía a Tomás que metiera sus dedos en las heridas de sus manos, en su costado. Le invitaba a tocar.
Tiene mucho que ver esto, con nuestra manera cada vez más"aséptica" de relacionarnos.¡
¡ Qué poco nos acercamos a un hospital, a una residencia de ancianos, a un centro de acogida...!!
Y es allí donde lo que nos estamos perdiendo es a Jesús. Él nos pide hoy que, para creer, debemos de hacer el esfuerzo de vencer nuestro reparo a tocar, a acercarnos aún más a esa miseria y eso nos ayudará a reconocerlo. Es ahí donde el Señor se manifiesta mas cercano por que le gusta estar cerca de los que sufren, del dolor. Casi lo contrario que a nosotros. Quizás por eso dudemos tanto. Hagamos el esfuerzo de no ser tan "asépticos". Eso es bueno para los cirujanos cuando se disponen a operar, pero no para el alma que anhela encontrarse con Jesús Resucitado. Retomemos, en la medida que podamos, el visitar a una persona mayor, enferma, a ayudar a alguien a dar de comer, tocando, palpando a ese Jesús que tengo enfrente y que me dice: " ¿me reconoces ahora?".