Evangelio Seglar para el Domingo de Pascua (21 de abril de 2019)
PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9
Él había de resucitar de entre los muertos
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto." Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
(matrimonio, él trabaja, con cinco hijos, pertenecen a comunidad cristiana de matrimonios)
El otro día nuestro hijo de cinco años nos explicaba muy ufano “Jesús murió en la cruz por amor”. Eso es verdad y está muy bien, le dijimos, dar la vida por los demás, pero no te olvides que después RESUCITÓ, porque sin esto nuestra alegría y nuestra salvación no sería completa.
Como cristianos se nos debe notar ese gozo de la resurrección. A los niños les comentamos que cada día es un regalo en el que hay que buscar la felicidad. Que si bien tiene sus muertes (enfado con algún amigo, frustración por no poder ir a la playa, sacrificio en horario por tareas pendientes, enfermedad de un familiar…) tarde o temprano tendrá su resurrección (reconciliación, aprendizaje de autocontrol, de la paciencia, de la responsabilidad, de ser generosos con nuestro tiempo…).
¡Feliz Pascua de Resurrección!.
DESDE EL TRABAJO
(hombre, casado, dos hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento eclesial)
La resurrección resulta increíble porque parte de una derrota. De una muerte de cruz no se debe resucitar. Si Jesús hubiera vencido a todos los ejércitos romanos y arrasado con todas las autoridades, la resurrección sería la guinda de un poderoso pastel. Pero ¿cómo vamos a entender que se resucita en la derrota por mucho que esté escrito en la Biblia?
Al hombre actual, sumergido en el utilitarismo y la productividad, le escandaliza la resurrección hasta la burla. No quiere ver la muerte y la enfermedad porque le recuerdan que nada de lo que hace por sí mismo es eterno. Si hubiera sido una fórmula química milagrosa o algún tipo de medicina revolucionaria no le costaría lo más mínimo: "El hombre, una vez más,superando los límites de la naturaleza". Pero reconocer que sólo hay un Dios que resucita, supone reconocer que por mucho poder que tratemos de acumular, perdemos el tiempo.
Tanto tiempo persiguiendo ser alguien, para que luego Dios le de la razón a los que no llegaron a nada. Tanto esfuerzo por llegar a la cima, para que la vida esté en el valle. ¿Qué justicia última es esa, que no tiene en cuenta el escalafón? ¿Qué justicia es esa que no la imparto yo?
Y esta soberbia ataca hasta a los discípulos. Entendemos la fuerza de una iglesia ONG, politica, cultural, de cristiandad, sin mancha, muy tradicional o muy moderna. Pero nos cuesta tanto creer en la resurrección de una iglesia derrotada en su cruz, que se simplemente se fía de las escrituras.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)
Que al reconocerte resucitado, Señor, no se me olvide el Cristo clavado en la cruz…
Que al contemplar la roca desplazada del sepulcro, también recuerde como llegó el cuerpo del Hijo hasta allí…
Que al recordar a Jesús sufriente en la cruz se avive mi esperanza y se aferre mi fe, a la resurrección del tercer día…
Que al revivir el camino del calvario, me anime la confianza de que al final, y al principio, siempre estás Tú…
Que al ejercitar el amor fraterno se agite mi alma y descubra mi corazón, que ese es el Amor que se clavó en una cruz
y que salió andando de un sepulcro cerrado…
Que no me quede en las cruces de mi vida, que se remuevan las piedras que puedan encerrar mis pasos,
que me anime la esperanza de sentir que al final la Luz me enseña el camino…
Y que me apasione, Padre, al sentir que se renueva incesantemente el milagro de amarme sin reservas,
el milagro de tu entrega sin reservas, el milagro de reconocerte Vivo en la Muerte, y Muerto para la Vida que no deseas para mí…
Que mi alma se alimente de tu Vida y de tu Muerte, para renovar mi espíritu, para cambiar mi mundo, para testimoniar que vives en mí.
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 3 hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
¡¡¡Cristo vive!!!! …O lo decimos más terrenal, ¡¡¡el dolor y el sufrimiento tienen sentido!!! Después de pasar estos dias en los que nos han impresionado tanto esas imágenes de Jesús crucificado, de María dolorosa, del dolor y la amargura, en los cuales hemos sentido que, precisamente nosotros, hemos contribuido, con nuestro comportamiento, a clavar, a fustigar, a lacerar a nuestro Señor… Nos encontramos con el triunfo del Señor, que nos llega como un bálsamo para nuestro vivir cristiano, para nuestra relación con los otros…Descubrimos cómo nos perdona, nos alarga su mano para decirnos que todo adquiere sentido si lo hacemos todo por Amor. El Señor nos invita a no desesperarnos, a acoger cada momento de abandono, de dolor, de sufrimiento, como Él lo hizo, incluso llegando a quedarse a ciegas, abandonado, no hace falta entender mucho, simplemente, poner el Amor en esas situaciones, teniendo la certeza de que, habiendolo probado Él antes, hasta la muerte física, y la peor, la psíquica, nos ha demostrado que adquiere toda una dimensión sobrenatural que trasciende por encima de nuestras miserias, de nuestras alegrías pasajeras, interrumpidas cada vez más por pequeñas tonterías, que nos hacen tener una vida vacía. Una de dos, u optamos por lo que de verdad resucita, o seguiremos siendo siempre unos infelices mediocres, “niñatos malcriados” que sólo tenemos una sonrisa cuando estamos de fiesta, con la gente de la calle, cuando las cosas nos van de cara, cuando la vida, en su aborágine, nos lanza desde la euforia hasta la depresión más absoluta, en espacios de tiempo impensables…De veras, cuesta pensar la cantidad de veces que hemos sentido a Jesús Resucitado dentro y que aún no hayamos dado un giro a nuestra vida.
¡¡Feliz Pascua a todos!!