Evangelio Seglar para el domingo 13 del Tiempo Ordinario (30 de julio de 2019)
PRIMER PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto?
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 51-62
Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré adonde vayas
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?" Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: "Te seguiré adonde vayas." Jesús le respondió: "Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza." A otro le dijo: "Sígueme." Él respondió: "Déjame primero ir a enterrar a mi padre." Le contestó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios." Otro le dijo: "Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia." Jesús le contestó: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios."
SEGUNDO PASO: MEDITATIO
¿Qué nos dice el texto?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA MATERNIDAD
(mujer, casada, 4 hijos, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y movimiento eclesial)
Después del "subidón" recibido estas últimas semanas para reparar fuerzas con el envío de su Espíritu y su alimento Eucarístico, y a pesar de que el inicio del verano nos puede llevar a pensar que es momento de desconectar y descansar, el Evangelio de este domingo me "resitua".
Me habla de ir a Jerusalén, es decir, a cumplir mi misión como madre y no abandonar todas esas responsabilidades que tengo para con mis hijos. Me habla también de abandonar mis malos modos y fuegos del cielo que a veces salen en la corrección y educación que realizo a mis hijos. Y me habla también de que me deje de excusas y de tanto déjame primero que... para centrarme en lo importante, en estar más atenta y disponible para ellos, en seguir transmitiéndoles la fe con obras y no tanto de palabra.
TERCER PASO: ORATIO
¿Qué nos hace decir el texto?
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Señor Dios nuestro, Bueno y Compasivo,
Tú nos enseñas hoy a huir del rencor
y a escapar de la tentación de venganza,
porque Tú siempre nos enseñas
a ser misericordioso como Tú, perdonar,
y a devolver siempre bien por mal, si nos ofenden.
Tú sabes bien que nosotros queremos seguirte
y ser fieles discípulos tuyos cada día,
y por eso te pedimos que Tú nos ayudes
a no desanimarnos, ni a desistir nunca
de nuestro seguimiento diario tras de Ti,
y que no fortalezcas nuestra fe, especialmente,
en todos los momentos duros, de dificultad,
y en los momentos de sufrimiento en la vida,
para que nada ni nadie logren jamás
separarnos de Ti, para que tu Amor
siempre sacie nuestro corazón,
y tu Misericordia nos llene de tu Paz.
Te damos Gracias, Dios nuestro,
porque confías en nosotros, no amas,
y nos invitas a seguirte a Ti cada día,
para anunciar a todos tu Buena Noticia.
Ayúdanos Tú a ser siempre fieles a tu Amor
y a predicar el Evangelio, sin cansancio, a todos.
Amén
CUARTO PASO: CONTEMPLATIO
¿Quién dice el texto?
(Autorizado por el autor, Fano en www.diocesismalaga.es)
ÚLTIMO PASO: ACTIO
¿A qué nos lleva el texto?
(matrimonio, 2 hijos, él trabaja el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Jesús nos invita a seguirle. Su seguimiento es lo principal de la vida cristiana.
“El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Y esto ha de formar parte de nuestra vida de seguimiento. En demasiada ocasiones decimos con entusiasmo: “Te seguiré a donde vayas, Señor”. Pero luego buscamos la comodidad, la seguridad…lo que nos ofrece el mundo. REVISEMOS nuestro compromiso de vida de seguimiento.
“Déjame ir a enterrar a mi padre”. ¿Nos suena? ¡Excusas! Intentamos aplazar la respuesta a la llamada. REVISEMOS si estamos abiertos a la misión, si respondemos de manera afirmativa y sin excusas a ese “sígueme” del Maestro. El Reino de Dios es lo más importante, está por encima de todo. Si no seguimos a Jesús, nos quedaremos entre los que no tienen vida, los que están muertos.
“Déjame primero despedirme de mi familia”. Y es que queremos seguirle, pero antes tenemos que hacer esto, y esto, y esto…REVISEMOS si nuestro sí es a medias. REVISEMOS nuestra firmeza, nuestra constancia en el seguimiento. Si tomamos el arado no podemos ir mirando atrás. No debe de haber ataduras en el seguimiento de Jesús. Se nos pide radicalidad.
Revisemos, revisemos…y OREMOS.
Después…es el momento de actuar tomando aquellas determinaciones que me lleven a un seguimiento más verdadero. Solo de ahí brotará mi paz, mi auténtica vida.