Evangelio seglar. Domingo Cuarto de pascua.

Lectura del santo evangelio según san Juan 10,11-18
El buen pastor da la vida por las ovejas

En aquel tiempo, dijo Jesús: "Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que al Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre."

DESDE LOS ABUELOS
(matrimonio, jubilados, ocho nietos, pertenecen a grupo de matrimonios)

No se entenderían ni la vida de Jesús ni su muerte si no es desde el prisma de la libertad. En el Evangelio de hoy, Juan nos da la clave al transmitirnos las palabras del Maestro: "Porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla". Por la libertad de Adán y de Eva perdimos la referencia del ejemplo a seguir y con libertad Jesús se convierte en ejemplo perfecto para ser seguido: El nuevo Adán, que además de ejemplo se convierte en nuestra salvaguarda y custodio. Así que, hermanos, estamos en muy buenas manos. El Buen Pastor conoce perfectamente a sus ovejas y nosotros, sus ovejas, conocemos al Pastor.
Señor, no permitas que nuestros nietos y el resto de la juventud sean dispersados de tu redil, haz que se entreguen a ti con confianza, ellos y todos los llamados por Ti, para que seamos un sólo rebaño con un solo Pastor.

DESDE LO SOCIAL
(hombre, casado, espera tercer hijo, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana)
 
¿Cuál es mi actitud respecto a las personas con las que convivo, trabajo y vivo? ¿Se parece a la de Jesús que, como Buen Pastor, gasta y entrega su vida por sus ovejas? ¿Me entrego en mi familia, trabajo, resposabilidades como Jesús? Dicho de otra manera ¿mi amor es oblativo, tiende a darse por completo?¿O mido mi entrega y mi disponibilidad? Es más ¿soy capaz de entregarme por aquellas personas que casi desconozco, esas que no pertenences a "Israel"? ¿Y hago todo esto por recibir un premio, o simplemente por amor, como Jesús?

DESDE LA ANCIANIDAD
(matrimonio,trabajan en residencia de ancianos, pertenecen a comunidad cristiana)

Estamos rodeados de personas mayores que se sienten perdidas, abandonadas, amenazadas, porque dependen de otros. Han perdido su autonomía económica, física y/o sentimental.
Buscan pertenecer a un grupo para recuperar seguridad.
Hoy nos dice Jesús a todos nosotros que seamos sus ovejas, que él cuidará de nosotros, velará y protejerá a su rebaño, incluso nos aceptará aunque vengamos de otro "redil".
Hagamos sentir a nuestros mayores que pertenecemos al mismo grupo, que son importantes para nosotros y que Dios nos une a todos con su divino amor.

PARA REZAR
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)

Necesito, Padre, que pastorees mis pasos para no desviarme del camino...
Necesito que pastorees mi corazón para que se mantenga sereno y generoso en el amor que Tú me enseñas...
Necesito, Señor, que pastorees mi alma para perseverar firme en mi confianza en Ti, en mi abandono a tu voluntad...
Te necesito, Pastor, para que me llames y me busques, y me muestres siempre el camino de regreso...
Te necesito, Pastor, para saber cierto que no dejarás que me pierda, y que estando Contigo siempre habrá pasos que dar,
y un lugar al que llegar...
Que reconozca, Pastor, tu voz cuando me grita..Que reconozca tu presencia y descubra tu imagen para tener siempre una referencia
y una luz para mis obras...
Te necesito, Pastor, para saber que soy oveja, hijo, que añora y se cobija en el Padre protector ante los “lobos” de mi vida.