Eres peligroso.
Hoy en día la Teología de la liberación esta de capa caída, al menos en lo que se refiere a su aceptación por parte de la jerarquía católica romana como una vía posible de explicación racional de la Fe y espiritualidad Cristianas. La Fe, como nos dice San Anselmo, busca expresarse racionalmente “Fides quaerens intellectum”. Esta racionalización de la fe no es un intento de desnaturalizarla o quitarle la grasa haciéndola “light”, sino un intento de hacerla entendible, comprensible, de que se encarne en las estructuras de pensamiento y modelos paradigmáticos de una cultura.

Hoy en día son muchos los que siguen pensando así. La teología europea es tan contextual y local como las demás, aunque a algunos les pese. Quizá no fuera así hace 100 o 200 o 1000 años, no porque dicha teología en sí fuera universal, sino porque la teología era monopolio de Europa y el mundo lo veían los europeos en comparación con Europa, siendo esta, su cultura, sus valores, su forma de ver la realidad el estándar y canon ideal desde donde juzgar lo demás. Llamémoslo “síndrome del colonizador”.
Cuando oigo hablar de liberación en contexto cristiano lo primero que me salta a la cabeza es Jesús de Nazaret y su Buena Noticia. Entender el Evangelio en clave de liberación nos refiere a uno de los valores y pilares más centrales y revolucionarios del cristianismo: “la verdad os hará libres”. Esta frase que se encuentra en el Evangelio de Juan (8,32) sitúa al cristiano en una situación dura y exigente. Vivir en búsqueda de la verdad es el quid para que la vida y la fe del cristiano sean auténticas. Nada ni nadie amarran al cristiano, de ahí lo peligroso y rebelde del cristianismo bien entendido. Ni emperadores, ni ideologías, ni salvaciones “pret a porter” son capaces de tolerar indiferentes esta inherente “indocilidad cristiana”.

En China, por fin llegamos a lo que quería decir, el Cristianismo, pese a lo domesticado que resulta hoy con toda la institución eclesiástica encorsetándolo, es algo que todavía hoy se considera peligroso. Lo curioso es que una teología como esta de la liberación, que utiliza el análisis marxista para sistematizar el mensaje cristiano, sería una de las teologías más temidas por el gobierno Chino. La liberación ya esta alcanzada, se consiguió en 1949 con la proclamación de la República Popular China, punto. De hecho la gente lo suele decir cuando hablan contigo: “jie fan yi hou” tras la liberación… suelen decir cuando se refieren a algún suceso acontecido después de 1949. Hablar en una clase de Teología de “Liberación”, especialmente en los tiempos en que se grababan las clases de los profesores extranjeros, era exponerse a ser cordialmente invitado a volverse a casa. El pueblo Chino no necesitaría de liberación, pues esta ya habría sido proveída por el partido comunista de una vez para siempre… aunque el ciudadano de a pié no piense lo mismo.

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