DOMINGO XXI DEL T.O. - CICLO B - 27 de agosto 2006
Desde la Playa
(por hombre, casado, con dos hijos, espera otro, trabajan ambos, en vacaciones)
Esto se acaba, dentro de poco habrá que bajar de la montaña. Queda una semana de vida familiar, juego, arena, sol y mar. Aprovechemos los minutos, saquemos jugo a esta vida que se nos regala, cojamos fuerza para dar testimonio de lo que somos, porque falta le hace a este mundo.
Hay necesidad verdadera de cristianos, necesidad de los seguidores de Jesús, un simple testimonio de vida diaria hará mejorar a este mundo que se nos viene abajo.
Hoy Dios nos da otra clave: no podemos vacilar, debemos reafirmar día a día nuestra fe, para decir como Pedro: nosotros creemos.
Creo en Dios y en su Hijo y eso me llena de felicidad y responsabilidad al mismo tiempo. Por eso este verano ha sido distinto, ya que gracias a un ángel he podido compartir con vosotros mi experiencia a la luz de la Palabra.
Un abrazo, y que la vuelta sea con ganas de dar Vida.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 6, 60-69
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
-- Este modo de hablar es inaceptable, ¿quién puede hacerle caso?
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
-- ¿Esto os hace vacilar, y si vierais al Hijo del Hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo:
-- Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.
Desde entonces muchos discípulos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce:
-- ¿También vosotros queréis marcharos?
Simón Pedro le contestó:
-- Señor, ¿a quien vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos. Y sabemos que eres el Santo consagrado por Dios.
Palabra del Señor
Extraido de LaicoNet