DOMINGO 9 de julio de 2006 - XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA ECONOMÍA DOMÉSTICA
(mujer, casada, con cuatro hijos, miembro de comunidad cristiana de matrimonios)
No recibido.
DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, con una hija, enferma de cáncer, dejó de trabajar)
“Y esto les resultaba escandaloso”. Les resultaba escandaloso el comportamiento de Jesús, lo que hacía, lo que decía,… A Jesús eso le daba igual, lo que le apenaba era su falta de fe. Jesús vuelve a su casa después de haber recibido el cariño, la admiración y la fe de los extraños, y en su casa no le reciben calurosamente, ni le admiran, ni creen. ¿A quién nos parecemos nosotros? Nos llamamos cristianos, vamos a vísperas, a oficios, celebramos la Eucaristía,… “somos de su familia”, pero cuando la vida nos pone a prueba enseguida perdemos la esperanza, el amor, en definitiva: la fe, y dejamos de confiar. Ha habido un momento en mi vida en el que me he comportado como los paisanos de Jesús. En el que he pensado dónde estaban todas esas “ventajas de ser cristiano”, si ellas no servían para parar una enfermedad o solucionar un problema familiar, sin darme cuenta que la solución la tenía al alcance no de mi mano pero si de mi corazón. La fe no va a hacer desaparecer mi enfermedad pero la confianza en Dios y el amor hacia los que me rodean me dan la fuerza para seguir luchando, disfrutando del día a día, y haciendo que los que están conmigo tengan todo el amor del que soy capaz.
DESDE LA EXCLUSIÓN SOCIAL: TRANSEÚNTES
(hombre, soltero, trabaja, pertenece a comunidad cristiana, voluntario de patrulla de calle en ONG católica)
El hecho de que no creyesen en él, llevó a Jesús a sentirse despreciado en su tierra. En el caso de los “sin techo”, creo que el mayor de los desprecios lo sienten cuando son tratados con total indiferencia. Cierto es que no soy experto en este mundo, pero si algo he descubierto en mi corta experiencia tratando con estas personas, es que una cosa que les llena y alegra enormemente es que alguien se les acerque y les dirija unas palabras. No se trata de entablar largas conversaciones, sino de hacerles sentir personas, simplemente mostrándoles que también son merecedoras de un saludo o de un por favor. Evidentemente no es su único problema, pero qué fácil puede resultar en ocasiones hacer felices a estas personas.
DESDE LA PERSPECTIVA LABORAL Y SINDICAL
(hombre, casado, sin hijos, empleado de empresa; el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
No recibido.
EN MEDIO DE OTRAS CONFESIONES
(hombre, casado, trabaja, se ha desplazado a otro país por motivos laborales)
Me siento afortunado de poder estar temporalmente en medio de otra sociedad, con sus diferencias, también en lo religioso, respecto a la nuestra. Es más, incluso me siento con la obligación de conocer en la medida que sea posible (y vencer mis miedos a ello) estos otros “caminos”, en los que Dios seguro que está repartiendo su “Gracia”. En el mundo de la educación esta muy bien visto la experiencia del intercambio y si es al extranjero mejor que mejor…en el ámbito de lo religioso, no estoy seguro… ¿habría que fomentar las vivencias…cómo diría…“Erasmus-esfera religiosa”? También está el extremo contrario…todo lo de fuera me interesa y la tradición que he recibido… ¿qué rollo, qué “catetura”, no?
No tengo palabras para agradecer el infinito Don de la tradición recibida. Pido a Dios ganas, ilusión, valentía para seguir adentrándome en ella.
DESDE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
(hombre, casado, con dos hijos, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana)
No recibido.
DESDE LA PERSPECTIVA POLÍTICA
(hombre, casado, trabaja, milita en partido político, concejal electo, pertenece a comunidad cristiana)
Profeta en tu tierra. Esto a los políticos les resulta muy familiar y ciertamente es una causa para pensar. ¿Por qué la gente me quiere más fuera que aquí? ¿Quizás las “lenguas” son demasiado “lenguas”? ¿Hay demasiado salsa rosa y corrillos infames? ¿o es que realmente he sido un desastre en mi tierra y me tengo que ir fuera donde no me conozcan?. Poneros a pensar, la cantidad de cargos políticos que hay en otras ciudades y que no son de éstas. Madrid, Cádiz, etc., Creo que con Jesús, el problema no es que se tenía que ir fuera por su pasado gris y para que no le reconocieran, sino que la envidia que había cerca de su casa era mucha y no podían admitir que el hijo de un carpintero fuera lo que fue.
DESDE LA RELACIÓN DE PAREJA Y VIDA FAMILIAR
(matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)
Las autoridades del tiempo de Jesús siempre le cuestionaban. Les resultaban escandalosas sus acciones, sus enseñanzas, su vida… Este fin de semana se celebra, como todos sabemos, el Encuentro Mundial de la Familia. Paralelamente en muchas ciudades españolas se celebran concentraciones y manifestaciones por la diversidad familiar. Es cierto: todas las familias son distintas, cada familia es única, irrepetible, nueva, no sólo entre una familia y otra hay diferencias, sino también dentro de cada una de ellas existe diversidad. En nuestro humilde sentir, que no es más que el sentir de una de esas familias, no creemos que por ser heterosexual ya puedas ser considerado un buen padre o una buena madre, pero tampoco bajo el título de familia se puede justificar cualquier situación. Ojalá el Espíritu de Dios nos conceda su sabiduría, para entender, para no juzgar, para discernir, especialmente para todos los que se reúnen en Valencia. Para todas las familias, sean como sean: Amor a tope y confianza plena en Dios, confianza que cura, que de verdad cura.
DESDE LA PERSPECTIVA DEL TERCER MUNDO
(hombre joven, soltero, voluntario de ONG en Marruecos, pertenece a una comunidad cristiana)
No recibido.
DESDE LA VIVENCIA ECLESIAL
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)
No recibido.
EVANGELIO XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. (Año - B) 9 de julio de 2006
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6,1-6
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
- « ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí? Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: - «No desprecian a un profeta mas que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.» No pudo hacer allí ningún milagro, solo curo algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.
Palabra del Señor