DOMINGO 30 de octubre 2005
XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA ECONOMÍA DOMÉSTICA
(mujer, casada, con cuatro hijos, miembro de comunidad cristiana de matrimonios)
Esta semana me han dado ejemplo de cómo llegar a fin de mes la charcutera del supermercado donde compro habitualmente y la chica que limpia las zonas comunes del edificio donde vivimos. Ellas sin proponérselo y yo sin pedírselo me enseñaron no sólo algo de economía sino que debo seguir aprendiendo de los demás. Que en la vida no puedo buscar mi propio interés, pues "todos somos hermanos" y todos tenemos un mismo Padre.
DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, con una hija, enferma de cáncer, dejó de trabajar)
"...haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen." Otro de los trabalenguas de las palabras de Jesús, pero que, como siempre, si lo analizamos detenidamente está de completa actualidad. ¿Por qué no somos nunca sinceros? ¿Por qué no decimos casi nunca lo que sentimos, lo que pensamos? Recuerdo que mi abuela decía que a los niños y a los viejos era a los únicos que se les consentía decir la verdad. ¿No es una pena que sea así? Decir lo que se siente y lo que se piensa desde el corazón, con humildad, y con mucho amor es muchísimo mejor que callarse y no hablar. Demuestra confianza y hace que las penas, el sufrimiento sea mucho menor, tanto para el que habla como para el que escucha. El mundo nos ha hecho pensar que somos superiores y más fuertes ocultando nuestros sentimientos, pero no es así. Jesús también lloró.
DESDE LA EXCLUSIÓN SOCIAL: TRANSEÚNTES
(hombre, soltero, trabaja, pertenece a comunidad cristiana, voluntario de patrulla de calle en ONG católica )
El domingo pasado, cuatro amigos tuvimos la oportunidad de departir, durante casi una hora, con una persona que nos mostró una visión muy particular de temas diversos. Hablamos e intercambiamos opiniones sobre asuntos tan variopintos como: trabajo, filosofía, salud o religión. Cuando nos despedimos, todos coincidimos en que detrás de cada idea o pensamiento, esta persona dejaba entrever una especialísima forma de ver la vida, pues siempre subyacía cierta dosis de optimismo y felicidad.
Si alguien me preguntase sobre el significado de la palabra "maestro", diría que es una persona que tiene la habilidad de enseñar algo extraordinario. Atendiendo a esta definición, creo que el domingo tuvimos la oportunidad de charlar con un maestro que, a pesar de vivir de la limosna, pero despojado de tantas cosas que nos atan, fue capaz de mostrarme un mundo mucho más simple de lo que pienso. Ojalá Dios se conserve su gran virtud como maestro: la humildad que desprende cada vez que hace o dice algo, ya que, probablemente sin saberlo, tiene la llave para ser enaltecido.
DESDE LA PERSPECTIVA LABORAL Y SINDICAL
(hombre, casado, sin hijos, empleado de empresa; el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
En más de una ocasión me he visto cargado con "fardos pesados" en mi trabajo. Cargas pesadas de trabajo, responsabilidad de terminar en fecha, horas y horas de tiempo extra "ni pagadas ni agradecidas",…
En estas ocasiones, al principio agachaba la cabeza y seguía el camino que me marcaban, pero pensaba que no era lo que debía hacer así que llegó uno de esos momentos (de los peores) que intenté actuar, haciendo lo que Jesús hacía: denunciando la situación, procurando concienciar a mis compañeros y buscando una solución sin coger a un culpable. Lo intenté, pero como todas las primeras veces no salió tan bien como hubiera esperado, pero gracias a tener un comité de empresa se pudo conseguir algo.
Pero, ¡qué difícil es enfrentarse a esa situación! Por un lado quiero defender mis derechos y los de mis compañeros, pero la verdad es que enfrentarse a la empresa da sustito. Por otro lado quieres hacer las cosas bien pero muchas veces el cabreo no deja ni pensar ni escuchar a ese Jesús del que estoy deseando que me diga qué hacer y que no tenga miedo.
Pero está conmigo, habrá que seguir luchando.
DESDE LA MIGRACIÓN
(matrimonio, sin hijos, se han desplazado a otro país por motivos laborales)
En este mes tan misionero y tan querido para todos los que tenemos que ver con la figura del Padre Claret, se nos ha regalado la oportunidad de reflexionar sobre la figura de los santos, sobre su papel, sobre su estilo de vida, sobre su modo de mostrarnos el camino, caminándolo ellos... Y hemos tenido la oportunidad de hacerlo desde la exaltación de fe de todo un país a través de la canonización de su segundo santo.
Todos los medios de comunicación se hicieron eco, en todos los lugares se vivieron vigilias multitudinarias, en todos se celebraron eucaristías de acción de gracias.... Al ser un santo que vivió hace unos 50 años, hemos tenido la oportunidad de escuchar a muchos de los que estuvieron con él, de conocer a muchísimas de las vocaciones que surgieron gracias a él, de ver la realidad de sus milagros, de sus obras que continúan vivas... A nuestro alrededor todo se paralizó... No solo ha sido impresionante estar inmersos en una demostración de fe tan unánime que en nuestro país ya sería prácticamente imposible, sino al recordar que el santo realmente en su vida es servidor, trata a todos como hermanos, tiene a Jesús como verdadero Maestro... Y desde su humillación surge su enaltecimiento... ¡¡¡¡¡Cuánto nos cuestiona todo esto!!!!.
DESDE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
(hombre, casado, con dos hijos, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana )
El evangelio de este Domingo nos da toda una lección de cual debe ser nuestra actitud en el trabajo desde las asociaciones y movimientos sociales: no se trata de "salir en las fotos", de estar en los primeros puestos para figurar, de conseguir que nos alaben por lo mucho que hacemos. Tampoco se trata de no asumir responsabilidades por falsa modestia o por huir de mayores compromisos. Cuando trabajemos, se nos vea más o menos, habrá que hacerlo desde una actitud de servicio al Reino de Dios, para no caer en hipocresías. De hecho, un trabajo imprescindible que debemos desarrollar desde nuestros movimientos es denunciar y desenmascarar a tantas personas, instituciones, empresas, etc., que se dicen solidarias y sin embargo son hipócritas como los fariseos al favorecer a los poderosos y ricos del mundo en perjuicio de nuestros hermanos predilectos: los débiles.
DESDE LA PERSPECTIVA POLÍTICA
(hombre, casado, trabaja, milita en partido político, concejal electo, pertenece a comunidad cristiana)
No recibido.
DESDE LA RELACIÓN DE PAREJA Y VIDA FAMILIAR
( matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana )
Esta lectura nos sugiere dos cosas: la primera es que, aunque no podemos negar que, en ocasiones somos algo vanidosos y nos encanta que nos "doren la píldora" y nos llena de orgullo ciertas cosas, lo que hemos aprendido, sobre todo en el contacto con otros matrimonios y padres de nuestro entorno, es que nadie es maestro de nadie. Cada pareja es única e irrepetible y tiene su propia historia de amor. Y lo segundo que nos sugiere, es que hay que ser humildes y servidores del otro. Esto es lo que prometimos el día que nos casamos y en esto, no creo que seamos fariseos (hay días y días, para que vamos a engañarles), pero lo cierto es que tratamos de servir al otro siempre, en todos los aspectos de nuestro matrimonio: en el día al día, en el trabajo doméstico, en el cuidado de los niños, en el cariño, en el sexo, en nuestras ilusiones y proyectos, en las ilusiones y proyectos de cada uno por separado, en toda nuestra vida.
DESDE LA PERSPECTIVA DEL TERCER MUNDO
(hombre joven, soltero, voluntario de ONG en Marruecos, pertenece a una comunidad cristiana)
"Al hilo de este evangelio se me viene a la cabeza una imagen de casi todos los días y que no es otra que sentirme mal cada vez que veo a una de las trabajadoras del centro que no para de trabajar, más que apenas para el almuerzo y poco más, y yo a veces me tomo descansos prolongados. A veces tan solo me siento mal, y sigo sin hacer nada, y otras consigo levantarme y ponerme a trabajar y dejar el descanso para cuando el resto también pare. Que quiero decir con esto, pues que para exigir trabajo, he de trabajar, para exigir orden y compromiso, he de hacerlo yo antes, sobre todo porque a mí no me ha de mover ni el dinero ni el quedar bien, sino hacer todo lo posible por que estos niños y sus familias estén todo lo bien atendidos posible, incluso las trabajadoras del centro, que no creo que les guste verme sentado sin hacer nada mientras ellas no paran de trabajar. Así, poco a poco supongo que podré ir llegando a ser uno de los últimos, como ellas tantas y tantas veces lo son".
DESDE LA VIVENCIA ECLESIAL
(hombre, casado, trabaja, espera un hijo)
Coherencia, hermanos, servicio, no juzgar, humildad, un solo maestro.... son premisas que bullen cuando uno lee la lectura evangélica de este domingo. Y sin mucha dificultad uno se descubre fariseo en su trayectoria seglar, de forma puntual, pero es fácil descubrirse creyéndose más que el de al lado... Y es entonces cuando para mí adquiere un sentido muy especial la palabra comunidad, porque una comunidad madura, que poner su acento y su mirada en el único Maestro, y que camina con vocación de servicio, es capaz de organizar los dones y talentos de sus miembros en pos de las necesidades de los demás. Y entonces contemplo muchos vicios de nuestra comunidad eclesial, y de los hermanos que la componemos cuando soy capaz de reconocer y tener muy claro aquello que hago, pero no soy capaz en la misma proporción de ensalzar, valorar y reconocer lo que hacen otros; y cómo nos gusta a muchos señalar al sacerdote, lo que no hace, lo que debería hacer, lo que esperamos que haga, y cómo nos escondemos tras eso en ocasiones. Y frente a todo eso yo siento muy mías dos recetas: servicio a los demás y presencia del Dios humilde, del servidor de todos, y consejero único... Y entonces tomo conciencia de ser un instrumento de Dios, con lo que tengo y con lo que soy.
EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo (23, 1-12)
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: -«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra de Dios