DOMINGO 23 de julio de 2006 - XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
DESDE LA ECONOMÍA DOMÉSTICA
(mujer, casada, con cuatro hijos, miembro de comunidad cristiana de matrimonios)
Siempre es bueno un alto en el camino, un descanso que nos ayude a aclarar ideas, y en el período de vacaciones cuidar más las relaciones interpersonales.
Si nos organizamos, los días de asueto pueden ser mucho más ricos. Quizás el presupuesto sea escaso, pero las ideas pueden ser abundantes: darnos un paseo por la orilla del mar, si vivimos cerca, y admirar toda la creación que hay entre las rocas; ir al monte y escuchar el canto del viento entre los árboles; aprovechar los museos o exposiciones que hay en nuestra ciudad y que nunca tenemos tiempo de ir a ver; visitar a ese pariente o amigo que hace tiempo que no vemos. Seguro que quedamos más llenos y nuestro espíritu fortalecido para afrontar lo que viene después.
DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, con una hija, enferma de cáncer, dejó de trabajar)
“…volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho…” Ahora se nos proponen unas vacaciones. Incluso los Apóstoles vuelven a Jesús, a intentar descansar y a contarle como les ha ido. Así deberíamos tomar nosotros nuestras vacaciones también, como análisis de nuestro año, si ha sido beneficioso, si hemos cumplido nuestras metas,… si hemos amado más y mejor, si nuestro tiempo ha estado mejor aprovechado para nuestra alma más que para nuestro bolsillo, si hemos conseguido que sean más felices los que tenemos alrededor,… Un tiempo para descansar pero no para hacer el vago (aunque algunos de esos días vagos nos puedan venir bien), para hablar, para replantearte de nuevo tu forma de vida o para afianzarla y, por supuesto, para acercar a nosotros a Jesús, ahora y en estos días más que nunca, para que nos llene de fuerza, de paz y de fe, para poder volver a los caminos de la vida de su mano.
DESDE LA EXCLUSIÓN SOCIAL: TRANSEÚNTES
(hombre, soltero, trabaja, pertenece a comunidad cristiana, voluntario de patrulla de calle en ONG católica)
No recibido.
DESDE LA PERSPECTIVA LABORAL Y SINDICAL
(hombre, casado, sin hijos, empleado de empresa; el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
No recibido.
EN MEDIO DE OTRAS CONFESIONES
(hombre, casado, trabaja, se ha desplazado a otro país por motivos laborales)
No recibido.
DESDE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL
(hombre, casado, con dos hijos, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana)
No recibido.
DESDE LA PERSPECTIVA POLÍTICA
(hombre, casado, trabaja, milita en partido político, concejal electo, pertenece a comunidad cristiana)
No es la primera, ni la última que vemos como alguien viene desesperadamente a buscarnos, pues necesita algo, algo material o espiritual. Una cosa que incluso la mayoría de las veces no podemos ni dársela. Eso sí, lo que si tenemos que darle es nuestra escucha y nuestro intento por cumplir lo que se nos pide, para que la sensación “del perdido” no sea tal. Los políticos, ya sabéis que andamos todo el santo día prometiendo, visitando, etc., pero esto se acentúa más cuando hay campaña electoral. ¿Cuántas veces habéis visto a vuestro alcalde por vuestro barrio desde las últimas elecciones si es que fue? Un político es un guía, un guía que hemos elegido para que haga las cosas que le pedimos y al cual votamos para que nos escuche, pero ¿actúa como pastor que no nos deja a la deriva? Tristemente, no, actuamos por nuestros intereses y no siempre como debiéramos por los demás.
DESDE LA RELACIÓN DE PAREJA Y VIDA FAMILIAR
(matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)
No nos consideramos pastores de nadie, porque UNO sólo es el PASTOR. Pero sí que es cierto que tenemos la responsabilidad de enseñar todo lo que sabemos y todo lo que podamos a nuestros hijos. Todos los padres consideran que están educando a sus hijos de la mejor manera que saben y que pueden, pero, sí que notamos que, algunos padres, en ocasiones tratan de evitar a toda costa que sus hijos sufran y no es que seamos masoquistas y deseamos que los nuestros sufran a todas horas, pero sí que entendemos que el crecimiento también supone un cierto esfuerzo. Por favor, que se nos entienda mal. Cuando el niño no quiere una cosa, es normal que llore y que coja una “perreta”, lo que no es normal es que los padres terminen accediendo a todos sus caprichos. Si el niño llora, no va al cole o a la guardería, si el niño llora, no duerme, si el niño llora, le cambiamos el puré por algo que le guste más para comer. Al final, el niño se convierte en un pequeño tirano. No sé ustedes, pero el primer día del cole, nuestras madres nos llevaron con uniforme y durante todo el día, no tuvimos período de adaptación, no fuimos por unas horas o por un tiempo, no tuvimos a nuestras madres abrazándonos un ratito hasta que nos calmáramos, nada de eso, y que sepamos, no estamos frustrados por ello, ni somos peores personas, ni tenemos ningún trauma infantil. Y como esto más ejemplos. Lo más bonito y con lo que quisiéramos terminar este humilde comentario, es una palabra preciosa: “compasión”, Jesús siente pasión – con… Pasión para todo, es lo que debemos sentir, pasión con tu pareja, pasión para tus hijos, pasión para tus padres, pasión con tus abuelos,… Hay que ver lo que una cosa tan sencilla como un beso puede hacer por una herida….
DESDE LA PERSPECTIVA DEL TERCER MUNDO
(hombre joven, soltero, voluntario de ONG en Marruecos, pertenece a una comunidad cristiana)
No recibido.
DESDE LA VIVENCIA ECLESIAL
(hombre, casado, trabaja, con un hijo)
No recibido.
EVANGELIO : XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.(Año - B) 23 de julio de 2006
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6,30-34
Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él entonces, les dice: "Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco." Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.
Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
Palabra del Señor