DOMINGO 22 de octubre 2006 - XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO - (CICLO B)
DESDE LA CÁRCEL
(grupo de presos, coordinado por voluntaria de equipo de pastoral, casada, con dos hijos, jubilada, pertenece a grupo cristiano)
Las palabras del Evangelio de este domingo, choca con el concepto de servicio que tienen los presos, porque dicho concepto está distorsionado, ya que en la actualidad es difícil entender que se realice un servicio sin que medie un interés económico o sin pretender recibir algo a cambio.
Jesús, como conoce nuestra debilidad humana y nuestras ansias de poder, una vez más, nos reitera la enseñanza sobre el servicio. Desde la clave del Evangelio, este servicio en la cárcel debe ser una preocupación constante de la Iglesia y de todos los cristianos, porque en las prisiones están privados de libertad, una parte excluida de la sociedad.
Los catequistas que nos sentimos llamados por Dios a evangelizar desde el servicio en la cárcel, debemos tener siempre como horizonte que “el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos”.
Podemos decir que la prisión es hoy, para los voluntarios, un lugar de encuentro con Cristo, desde el encuentro con el preso sufriente. Cualquier encarcelado, es un hermano pequeño de Jesús. Un servicio a un preso, es un servicio a Jesucristo.
DESDE LOS ABUELOS
(matrimonio, jubilados, seis nietos, pertenecen a grupo de matrimonios)
¡Qué lección de humildad. Señor! Tántos siglos oyendo lo que nos dices en tus Evangelios y siempre nos damos los porrazos en la misma piedra. Ya te quejabas del pueblo escogido cuando decías: CUARENTA AÑOS ANDUVE CON ESTA GENTE Y SIEMPRE SU CORAZÓN SE EXTRAVÍA.
Señor, seguimos dándonos codazos para ser los primeros en todo, recomendaciones, halagos y muchas cosas más, para ponernos delante “de” y lo que es aún peor, llegamos al falso testimonio y a la calumnia, si es necesario, para el logro de nuestra meta. Estos comportamientos nos esclavizan e hipotecan, no en pocas ocasiones, nuestra vida y prostituyen nuestras convicciones morales y lo que es más grave, sin que nos demos cuenta, estamos socavando los principios de los que nos rodean y nos tienen como referencia para su comportamiento social, ético y moral. Fundamentalmente hijos y nietos.
Este pasaje evangélico nos llena de angustia y zozobra, pues muchas veces tenemos dudas, no ya si estaremos a la derecha o a la izquierda, sino, simplemente, si estaremos. Menos mal que Dios conoce nuestras muchas debilidades y su palabra nos viene siempre a consolar, como en el Evangelio de la semana pasada, cuando los discípulos, suspensos, se decían unos a otros que nadie podría entrar en el cielo y Jesús les dijo: Es imposible para vosotros, pero para Dios no. Procuremos ser fieles a su palabra y esperemos, siempre humildes, su misericordia, y pidámosle que, cambiando nuestros hábitos pasados, seamos ejemplo para nuestros nietos, a fin de que no caigan en los mismos errores de soberbia que nosotros. FELIZ SEMANA.
DESDE LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
(matrimonio, él trabaja, con cuatro hijos y esperando otro, pertenecen a comunidad cristiana de matrimonios)
El que quiera ser grande, sea vuestro servidor. Para nosotros, como para otros muchos padres, una forma práctica de aspirar a que el mensaje de esta lectura vaya calando en nuestros hijos consiste en dialogar mucho con ellos y escucharles lo que nos cuenten sobre su día a día: en el colegio, con los amigos o en las actividades que no realicen con nosotros. Y así, en la conversación, con toda naturalidad, como quien no quiere la cosa, les alentamos a atender las pequeñas necesidades que tienen más cerca ¡Y, aunque sea a veces, funciona! Por ejemplo: uno tiene un compañero con cierta deficiencia, le hemos hablado de lo importante que es para ese chico que los demás le apoyen en clase, y se está implicando en ello. Otro “se ha hecho amigo” de un niño nuevo en el colegio. Otra ha recibido su cargo de subdelegada con actitud de servicio a su clase. Y a otro, que es discapacitado, le damos la oportunidad de “cuidar” niños pequeños, o ayudar en la cocina o poner la mesa, algunas de sus debilidades.
DESDE LA ENFERMEDAD
(mujer, casada, con una hija, enferma de cáncer, dejó de trabajar)
No recibido
DESDE LOS TRANSEÚNTES
(hombre, CASADO, trabaja, pertenece a comunidad cristiana, voluntario de patrulla de calle en ONG católica)
Este comentario es mensual.
DESDE EL TRABAJO
(hombre, casado, sin hijos, empleado de empresa; el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
No recibido
DESDE LA ECONOMÍA GLOBALIZADA
(hombre, casado, con dos hijos, trabaja, miembro activo de dos movimientos sociales, pertenece a comunidad cristiana)
"Los que figuran como jefes de las naciones, las gobiernan tiránicamente y sus magnates las oprimen" Frase de tremenda actualidad (como todo el evangelio). Es obvio que hoy en día siguen siendo las grandes fortunas ("Foro de Davos", multinacionales, etc.) las que oprimen al resto del mundo. Además en esta época de globalización estas grandes fortunas tienen a su servicio a la mayoría de los "jefes de las naciones" (presidentes, ministros, FMI, OMC, BM, etc) para aplicar las políticas que les benefician a ellos. Jesús lo tiene claro "No ha de ser así entre vosotros": el más grande será el que más sirva al prójimo. Por tanto, hagamos entender a los gobernantes que la política empieza por servir a los últimos y por tanto las políticas económicas deben estar encaminadas a sacar de la pobreza a muchos y no a seguir haciendo crecer las fortunas de los ricos. Esta semana esta siendo "la semana por la erradicación de la pobreza" en torno a los "objetivos del milenio". Salgamos a la calle a decirle a nuestros gobernantes que cambien sus políticas económicas (condonen deuda externa, que su ayuda al desarrollo vaya a los países pobres en vez de a los más rentables para la empresas españolas, etc.)
DESDE LA POLÍTICA
(hombre, casado, trabaja, milita en partido político, concejal electo, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
No recibido
DESDE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(matrimonio, padres de dos niños, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana)
Hay alguien que nos insistía que, en un matrimonio, cada cónyuge tiene que cuidarse, (especialmente la mujer), para seguir atrayendo al otro. Cuidarse no sólo físicamente, también intelectualmente o mejorar en nuestra profesión, porque así estaremos más orgullosos de nuestra pareja. (Lástima que no se habla también de cuidar y hacer crecer al espíritu y al amor); pero bueno, la idea consistía en que seamos admirados por nuestra pareja y por otras personas. Pero el problema surge cuando nos creemos mejores que el otro, el que más aporta al matrimonio, el que más se dedica al cuidado de los hijos, el que más triunfa en el trabajo y aporta más dinero en casa. Jesús tiene otra forma de ver la vida, las relaciones, el amor…, Jesús propone todo lo contrario: ser el más débil, el más pequeño, el más sencillo, el último, el servidor. ¡Qué difícil, cuando la vanidad o el tratar de mejorar a toda costa, están instalados en nuestro corazón! Pero a la vez, ¡qué prodigio tratar de servir en toda circunstancia a la persona que amas! Proponemos mirar a nuestra esposa o esposo y dar gracias a Dios por él o ella y tratar de hacerle muy feliz, cuidándole, sirviéndole, amándole...
DESDE EL TERCER MUNDO
(hombre soltero y matrimonio compartiendo casa, voluntarios de ONG en país musulmán, trabajan en la misión, pertenecen a distintas comunidades cristianas)
No recibido
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
- «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: “¿Qué queréis que haga por vosotros?”
Contestaron: “Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.”
Jesús replicó: “No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”
Contestaron: “Lo somos.”
Jesús les dijo: “El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.”
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: “Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor